El bitcoin se pega un galletazo

17 de enero, 2018 0
Treinta años Economista Titulado del Banco de España. Economía internacional. Autor del blog "Decadencia de Occidente", blog sobre los estragos... [+ info]
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1º en inB
1º en inB

El otro día, aquí  hablábamos de una compra-venta de un piso en bitcoines, en Tarragona, porque así lo había exigido el vendedor. Entonces decíamos, 

“Hemos podido leer que en Tarragona se ha vendido un piso por 40000 bitcoines, porque el dueño lo ha exigido así. El día de la transacción ese precio equivalía a medio millón de dólares... el día de la operación. Eso es lo que pagó el comprador, ahora bien no sabemos qué cantidad le ha quedado al vendedor después. Si el bitcoin ha subido, pues ha ganado más en dólares, y yo lo que haría es venderlos rápidamente a dólares para garantizar la ganancia. Si el bitcoin ha caído, pues habrá perdido los dólares correspondientes multiplicando por el número de bitcoines. El bitcoin, no nos cansamos de decirlo, es un producto caprichoso que sube y baja como se puede ver en el gráfico del FT de hoy, con la galleta incluida.”

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En dos días el bitcoin frente al dólar ha caído un 30%. Ergo el vendedor ha perdido, en dólares, el 30% de medio millón, es decir, más de 150 mil dólares. 
El comprador tampoco puede estar contento, aunque hubiera tasado el piso en medio millón de dólares... por dos días, se podía haber ahorrado esa cantidad. A lo mejor se la ha ahorrado, según fuera la fecha de pago concertada. 
Pelillos a la mar. Qué son 150 mil dólares al lado de la vanidad de haber usado un “portento” como el bitcoin, una cosa que vuelve locos a los gilipollas, ensimismados, permítaseme la expresión. 
En otro post, aquí, veíamos que bitcoin es además muy iliquido, que no se puede vender fácilmente y que los intermediarios tienen la manía de hacerlo en trechos cortos, con lo que el riesgo de cambio es fenomenal. 
En otro post, aquí, veíamos el radical rechazo de Charlie Munger, mano derecha de Warren Buffet, del bitcoin, como algo que sólo iba a crear problemas. El mismo Buffet confirmaba más tarde esas palabras. 
No es que pueda volver a subir, el problema es la volatilidad y quedarte en pelota picada en un día. Pero en fin, se siguen creando criptomomedas, ¡hace poco nada menos que la peseta!, y allá que te vamos. 
Criptomomedas quiere decir literalmente que no se sabe cómo se forma la oferta del producto (una vez definido el algoritmo que lo decide), que es lo que explica su volatilidad. Los liberales-austriacos se han empeñado en ver en eso la base de un nuevo patrón oro, lo que volvería majareta a la economía, como es fácil comprender. 
Ahora, imaginen un mundo lleno de criptomomedas, que fueran obligatorias para transaccionar, pagar los  impuestos, por ejemplo. Pero ninguna tendría el mismo algoritmo que las demás, lo que daría lugar a especulaciones sin fin sobre ellas, de unas a otras. Los paises deberían ponerse de acuerdo para elegir una, pero eso daría pistas sobre el algoritmo subyacente, lo que la invalidaría. Jajajaja. 
Si lo que se quiere es la vieja idea de Friedman de fijar de antemano la evolución de la oferta monetaria, habría que empezar por decidir qué es la oferta monetaria. ¿Dinero, M1, M2? Al final Friedman tuvo que renunciar a su primera idea, y entonces decidió que lo que había que regular era el “Termostato” que no era más que la velocidad de circulación del dinero con la cantidad de dinero. Proponía mantener estable la izquierda de la ecuación MV = PT, con lo que la segunda parte se mantendría estable. Pero ya vimos aquí las imperfecciones que ofrece hoy ese modelo, por mucho que lo defendiera Friedman. 

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