Que el Banco Central Europeo bajara los tipos al 0,5% estaba tan cantado que el Euribor, ese manipulado tipo al que se prestan el dinero los bancos (a los que les prestan) ya estaba en ese nivel. Se esperaba, por tanto, algo más. Y no lo hubo.
El BCE y todas sus sesudas cabezas pensantes no han hecho los deberes. Siguen siendo los tontos de la clase. Las políticas de estímulo y de devaluación de las monedas, más o menos evidentes o más o menos camufladas, están tan a la orden del día que hasta el Partido Comunista chino las utiliza.
Pero aquí, que somos más papistas que el Papa, tenemos problemas hasta para rebajar los tipos y dejarlos en el nivel en el que los dejó el Banco de Inglaterra ¡¡en 2009!!. No solo llevamos cuatro años de retraso, sino que además los que maldirigen la institución parecen retrasados.
Esta política de puridad, de ortodoxia y, finalmente, de asfixia, parece que no cuenta con el respaldo de la mayoría de los gobernantes europeos. Incluso las instituciones la ponen de vuelta y media en cuanto pueden. Hasta Draghi ha hecho algún amago de "necesidad" de un viraje, aunque sea mínimo.
Pero no. A la hora de la verdad, hasta para votar la rebaja de tipos no se consiguió la unanimidad. Todos los dedos apuntan al de siempre, es decir, al representante de Frau Nein, pero a mí me da la mosca en la oreja de que no fue el único en oponerse. Que son muchos los que quieren seguir bajo el paraguas de la todopoderosa Alemania y en este esfuerzo siguen sin darse cuenta de que ya no es tan todopoderosa...
Pues bien. El mercado esperaba algo en relación con la financiación a las pymes, alguna iniciativa en forma de aceptar colateral para su financiación. No sé, algo. Se esperaba algo más que el "no tenemos nada preparado pero nuestra política se mantendrá expansiva durante el tiempo que haga falta".
Mire señor Draghi. Eso es un brindis al sol sabiendo que el toro es malo de solemnidad. Si de verdad usted defiende una política expansiva, demuéstrelo o dimita. Pero no diga que va a hacer lo que no hace y no intente taparle las vergüenzas a quien no le importa que se hagan públicas. Frau Nein está jugando su partida y en ella usted no es más que un peón. No se crea que es el rey, que se equivoca.
Con este estado de cosas, el cataclismo que formó la comparecencia de Draghi fue de los que hace época. Lo mejor, verlo en un gráfico, el del Ibex esta vez:
No está nada mal la que han organizado estos mentecatos. Han estado cinco años viendo cómo lo hacen otros. Asisten atónitos a cómo el último movimiento de Japón deja a Europa a los pies de los caballos y ahí están ellos, tan pichis. ¡¡Con lo que les pagamos!!
Cierto es que se necesita algo de ortodoxia y que los ajustes tienen que seguir adelante, pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Y, por cierto, si están preparados, como dijo Draghi, para cobrar a los bancos por depositar sus dineros en el BCE, que empiecen a hacerlo cuanto antes. Mañana es tarde. Sería un regocijo impagable ver a los bancos pagar comisiones como ellos estrujan a sus clientes. Ardo en deseos de verlos salir a la calle a ofrecer crédito para no tener que pagar al BCE. Pero me temo que es otro brindis a sol y que tampoco se atreverá a esto.
Y una aclaración. La recuperación que pueden ver en el último tramo de la sesión no se debe a que el mercado "digiriera" la decepción. Nada más lejos de la realidad aunque habrña quien vaya contándolo por ahí. La reacción coincide con la aparición de una cifra de peticiones iniciales de desempleo en Estados Unidos extraordinariamente baja y mucho mejor que las previsiones. De no haber sido por eso, no sé donde estaríamos a estas alturas.
Donde hemos quedado se ve en un momento y es muy significativo. De hecho.vamos a poner algunos índices más que habitualmente. El Aex holandés subió un 0,97%, el Dax alemán un 0,61%, el FTSE un 0,15%, el CAC un 0,05%, en tanto que el Ibex bajó un 0,15%, el Mibtel italiano un 0,12% y el PSI portugués un 0,21%.
Pocas veces se puede apreciar tan claramente quienes son los vencedores y quienes los vencidos. Los británicos son neutrales, pero incluso los franceses han perdido claramente en esta batalla de un BCE que no ha hecho los deberes. Puede que no sean los más tontos del lugar, pero desde luego no son los más listos. Y para manejar el euro hay que ser el más listo. No nos valen estas mediocridades siempre vendidos al político de turno. Nunca creí que fuera a echar de menos a Duisenberg o a Trichet. Cosas veredes...