El Arte del Trading y la Gestión

23 de noviembre, 2012 0
Seguidor de la Escuela Austriaca y trader de futuros sobre índices.Aunque soy consciente del potencial de la inversión en Valor y es básica... [+ info]
Seguidor de la Escuela Austriaca y trader de futuros... [+ info]

  En los últimos años he compaginando mi labor diaria con el estudio del por qué de los ciclos económicos, ligándolos con el dinero y el crédito bancario, desde la perspectiva  de la escuela austriaca, permitiéndome interpretar la relación entre el lado monetario y la economía real  y tener así un arsenal analítico que es útil para la gestión de activos.

  En el ejercicio de mi profesión como trader/gestor, he observado que hay que ser especialmente cuidadoso evitando caer en el error de considerar que los fenómenos bursátiles tengan una existencia “objetiva” al margen de la interpretación y conocimiento práctico y subjetivo que de los mismos, van creando los partícipes del mercado cuando acuden a éste a comprar y vender.

  Esto es debido a que los participantes cuando acuden al mercado (red de interacciones sociales),tienen un conocimiento de carácter subjetivo, creativo, disperso y no articulable de la información, que hace imposible la constatación empírica así como una medición objetiva o específica que se mantiene por la gran mayoría de analistas con tanta ingenuidad.

  Es contradictorio analizar y acercarse al mercado en un paradigma que presupone la plena información en cuanto a beneficios y costes, pues si existiese tal información no sería necesario el análisis de mercado. En el intento de predecir el sentido de los mercados, es decir, el futuro, hay que entenderlo en el sentido de que el futuro es siempre incierto y que aún está por hacer y no está dado.

  Los que actúan en el mercado bursátil sólo tienen ciertas ideas, expectativas que esperan que se hagan realidad mediante acciones personales e interacciones de otros partícipes. Además el futuro está abierto a todas las posibilidades creativas del ser humano, por lo que cada participante se enfrenta al mercado de forma privativa y única, es decir, sólo él sabe de la variedad de matices de sus circunstancias personales en el momento que está realizando su operación (comprar o vender)

  Por eso, en el ámbito bursátil no son viables las nociones tradicionales de probabilidad objetiva y bayesiana, pues no conocemos todo el árbol de probabilidades y sólo se dispone de creencias o convicciones de “eventos únicos”, que cuando se modifican tienden a cambiar todo nuestro “mapa” de conocimientos y creencias sobre la situación coyuntural del mercado.

  El conocimiento práctico y subjetivo al que me refiero es aquel conocimiento que no se puede representar de una manera formal en libros de texto, ordenadores etc., sino que es un conocimiento que el trader/gestor adquiere a través de la práctica en su particular contexto, es como si dijéramos que poseemos unos  “bits” que se generan y transmiten a través de precios (relaciones históricas de intercambio) pero que sólo el trader/gestor interpreta de forma consciente, personal e irrepetible y estos “bits” se encuentran diseminados con su variedad de matices en todos y cada uno de los partícipes bursátiles.

  Es más, muy a menudo, cuando se gestiona o hace trading sabemos efectuar determinadas acciones, pero no sabemos de todos los elementos o partes de lo que estamos haciendo y si los mismos elementos son ciertos. Así, por ejemplo, cuando una persona aprende a jugar al golf, no está aprendiendo un conjunto de normas objetivas de tipo científico que le permitan efectuar los movimientos necesarios como resultado de la aplicación de una serie de fórmulas de la física matemática, sino que, más bien, el proceso de aprendizaje consiste en la adquisición de una serie de hábitos o pautas de conducta.

  O, cuando uno monta en bicicleta, y tratando de mantener el equilibrio, mueve el manillar al lado hacia el que comienza a caerse, causando una fuerza centrífuga que tiende a mantener derecha la bicicleta, todo ello sin que prácticamente ningún ciclista conozca los fundamentos físicos en los que basa su habilidad. Al contrario, utiliza su “sentido” del equilibrio que de alguna forma le indica de qué manera ha de comportarse en cada momento.

  Es precisamente de este tipo de conocimiento práctico y relevante, del “equilibrio en bicicleta” del “golpeo de la bola de golf”, el que yo pretendo abrazar o adquirir, pues el arte de gestionar, hacer trading, o contratar es una interpretación de un magma de datos “objetivos” ( análisis fundamental, técnico, datos relevantes del día, actuaciones de los organismos financieros etc. ) tan variados y complejos que se hace necesaria una teoría previa ( ciclos económicos, expansión crediticia) que junto a la praxis ayude a interpretar e intentar predecir la tendencia del mercado de valores.


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