En el mundo EAFI se utiliza mucho el símil de que las EAFI son el médico
y los bancos el farmacéutico. El primero prescribe y el segundo vende el
medicamento. Ambos son importantes y ninguno es más ni menos.
Así como en España mucha gente acude por una dolencia a la farmacia sin
pasar por el médico, esto se hace más evidente en el ámbito financiero, donde
menos del 5% de los inversores acuden a un asesor independiente. Estamos en un
país tan bancarizado que el 93% del
dinero gestionado es a través de los bancos.
Estas cifras son muy diferentes fuera de nuestras fronteras. Por
ejemplo, en Inglaterra y Suiza el volumen gestionado por asesores
independientes alcanza cifras del 80% y 50% respectivamente.
Puede parecer a simple vista que ambas figuras son competidoras, pero lo
cierto es que cada una ocupa una función diferente dentro del sector financiero
y pueden, y deben, convivir perfectamente y en colaboración para el beneficio
final del cliente. Es una relación en la que las
tres partes salen ganando.
Al ser una
figura relativamente nueva en España, el mayor problema para las EAFI es que se
las conozca, que los inversores sepan que existen y cómo trabajan.
Entonces, ¿qué
ventajas adquiere un inversor que acude a una EAFI en vez de a una entidad
bancaria?
1- Asesoramiento profesional
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Las EAFIs son empresas que se dedican exclusivamente a
prestar servicios de asesoramiento financiero a sus clientes. Por tanto, los
profesionales que las componen son expertos en inversiones y finanzas,
autorizados por la CNMV y regulados por ésta. Lo anterior no quita que haya
excelentes profesionales en banca, que los hay, pero la gran mayoría realizan
diferentes funciones dentro de la entidad y presentan una menor especialización
del personal que atiende al cliente en una sucursal bancaria.
2- Independencia
En un post anterior ya hablábamos sobre la
independencia de las EAFI, comentando la importancia de la I de independiente.
Pese a que realmente EAFI significa Empresa
de Asesoramiento FInanciero, nos gusta atribuir a la I
el significado de Independencia que tienen y que las diferencia.
Las EAFIs no se dedican a gestionar o distribuir
productos financieros, ni están vinculadas a una única entidad financiera. Se
dedican exclusivamente a asesorar a sus clientes en materia de inversión en
función de las necesidades y características de este.
La EAFI realmente es independiente cuando carece de
producto propio y su cuenta de resultados no depende de los productos de
inversión recomendados. Las EAFIS están alineadas con los intereses del
cliente.
3- Menores costes para el inversor.
Cuando los bancos trabajan con una EAFI sus procesos son más eficientes
por tratar con un interlocutor profesional. Esto repercute en menores costes
para el banco y por ende, también para el inversor, que se beneficia de ahorros
en torno al 50% de las comisiones bancarias estándar.
Las EAFIs que han dado de alta en la CNMV la devolución de las
retrocesiones de los productos a sus clientes, reducirán aun más los costes del
inversor.
Las EAFIs cobran al cliente por prestar sus servicios de asesoramiento,
lo que no siempre es bien visto cuando en el banco de la esquina te “asesoran”
de manera “gratuita”, pero si tenemos en cuenta los puntos anteriores, y
realizamos un cálculo rápido sobre una cartera tipo, veremos que el coste por
un asesoramiento real e independiente es mínimo o cero.
4- Seguridad
La directiva europea MiFID y la ley del mercado de valores, regulan la
actividad del asesoramiento financiero y exigen un elevado grado de
profesionalidad, regulación y control a las EAFIs.
Cuando un asesor de una EAFI recomienda una inversión, se realiza una contratación por asesoramiento del
producto.
Ahora bien, cuando un cliente contrata un producto de inversión a través
de una entidad bancaria, en función del nivel de preparación del empleado del banco
que le atiende, la contratación del producto será por comercialización o por asesoramiento.
La contratación en los bancos por comercialización supera ampliamente a la de
asesoramiento.
En relación a la comercialización versus asesoramiento, el asesoramiento
otorga mayor protección al inversor. La comercialización también implica
responsabilidad, derechos y obligaciones pero en todo caso menores que el
asesoramiento.
