Dos testimonios clave para entender el porqué de la monarquía 9 de diciembre, 2016 21Miguel NavascuesSeguirTreinta años Economista Titulado del Banco de España. Economía internacional. Autor del blog "Decadencia de Occidente", blog sobre los estragos... [+ info]Treinta años Economista Titulado del Banco de España.... [+ info]www.MiguelNavascues.comSeguir1º en inB 1º en inB 312 seguidores43 siguiendo2487 comentarios1235 artículos312 seguidores43 siguiendo2487 comentarios1235 artículosJorge de Esteban aporta en un artículo dos testimonios altamente significativos de por qué La Corona fue esencial para articular la Transición a la Democracia. Dos testimonios de "bandos" opuestos: la derecha (José María de Areilza) y la izquierda: Santiago Carrillo, quien razona con una lógica aplastante, sin dejar de ser de izquierdas, para justificar su aceptación de La Corona en bien de la estabilidad. "Los que vivimos aquellos momentos lo sabemos bien, pero si se quiere confirmar con dos de los muchos testimonios que se podrían aportar, valgan, por ejemplo, por una parte, el que señala José María Areilza en uno de sus libros de Memorias: "En las horas que transcurrieron desde la muerte de Franco hasta la proclamación del Rey, el joven monarca pudo comprobar la acogida expectante y mayoritaria que el nuevo régimen gozaba en la opinión pública. Contrariamente a lo que algunos agoreros catastrofistas anunciaban, era evidente que la mayoría de la gente no quería ni guerra civil ni revolución. Deseaban un régimen de convivencia legal basada en las libertades democráticas y en el sufragio libre y pacífico de los ciudadanos. Siete eran las Monarquías europeas que habían sobrevivido a la última Guerra Mundial. Todas ellas se basaban en el sistema de partidos, apoyado en el voto popular y en la Constitución. ¿Qué otra forma institucional cabía ofrecer a España en aquellos momentos? El rumbo y la imagen de la Monarquía no podía ser otro". Y, por otra parte, desde una posición ideológica opuesta, Santiago Carrillo, también en sus Memorias, escribe: "Desde mi óptica no puede darse de verdad terminada la Transición mientras S.M. (sic) el Rey siga siendo la bisagra que mantiene un cierto equilibrio entre el sistema parlamentario y lo que pudiéramos llamar los aparatos coercitivos del Estado. Sin esa bisagra no existiría equilibrio. Y no es posible cerrar los ojos sobre lo que es una situación que provisionalmente ha permitido un cambio sin grandes desgarraduras civiles - y en este sentido ha sido un factor excepcionalmente positivo que nos llevó a los comunistas a aceptar la Monarquía constitucional como sistema político - y lo que sería su prolongación indefinida más allá de una coyuntura histórica extraordinaria"."me gusta (1)guardar como favoritoUsuarios a los que les gusta este artículo:Este artículo tiene 2 comentariosAngel Oteros González (779 comentarios)El carnicero de Paracuellos se dió cuenta el primero que podía vivir del cuento chino sin trabajar. Lo que había hecho desde siempre y así seguir viviendo como lo que siempre fue un parásito además de ser un criminal de guerra por matar a gente inocente.09/12/2016 14:46 me gusta - responderAngel Oteros González (779 comentarios)Y no cabe duda ninguna que la Corona fue puesta por el franquismo, especialmente por lo que pensaba el general Franco sobre la política liberal de las últimas décadas fracasadas y muy llenas de liberalidad liberada.09/12/2016 14:47 me gusta - responderEscriba un nuevo comentarioIdentifíquese ó regístrese para comentar el artículo.
Jorge de Esteban aporta en un artículo dos testimonios altamente significativos de por qué La Corona fue esencial para articular la Transición a la Democracia. Dos testimonios de "bandos" opuestos: la derecha (José María de Areilza) y la izquierda: Santiago Carrillo, quien razona con una lógica aplastante, sin dejar de ser de izquierdas, para justificar su aceptación de La Corona en bien de la estabilidad. "Los que vivimos aquellos momentos lo sabemos bien, pero si se quiere confirmar con dos de los muchos testimonios que se podrían aportar, valgan, por ejemplo, por una parte, el que señala José María Areilza en uno de sus libros de Memorias: "En las horas que transcurrieron desde la muerte de Franco hasta la proclamación del Rey, el joven monarca pudo comprobar la acogida expectante y mayoritaria que el nuevo régimen gozaba en la opinión pública. Contrariamente a lo que algunos agoreros catastrofistas anunciaban, era evidente que la mayoría de la gente no quería ni guerra civil ni revolución. Deseaban un régimen de convivencia legal basada en las libertades democráticas y en el sufragio libre y pacífico de los ciudadanos. Siete eran las Monarquías europeas que habían sobrevivido a la última Guerra Mundial. Todas ellas se basaban en el sistema de partidos, apoyado en el voto popular y en la Constitución. ¿Qué otra forma institucional cabía ofrecer a España en aquellos momentos? El rumbo y la imagen de la Monarquía no podía ser otro". Y, por otra parte, desde una posición ideológica opuesta, Santiago Carrillo, también en sus Memorias, escribe: "Desde mi óptica no puede darse de verdad terminada la Transición mientras S.M. (sic) el Rey siga siendo la bisagra que mantiene un cierto equilibrio entre el sistema parlamentario y lo que pudiéramos llamar los aparatos coercitivos del Estado. Sin esa bisagra no existiría equilibrio. Y no es posible cerrar los ojos sobre lo que es una situación que provisionalmente ha permitido un cambio sin grandes desgarraduras civiles - y en este sentido ha sido un factor excepcionalmente positivo que nos llevó a los comunistas a aceptar la Monarquía constitucional como sistema político - y lo que sería su prolongación indefinida más allá de una coyuntura histórica extraordinaria"."
Angel Oteros González (779 comentarios)El carnicero de Paracuellos se dió cuenta el primero que podía vivir del cuento chino sin trabajar. Lo que había hecho desde siempre y así seguir viviendo como lo que siempre fue un parásito además de ser un criminal de guerra por matar a gente inocente.09/12/2016 14:46 me gusta - responder
Angel Oteros González (779 comentarios)Y no cabe duda ninguna que la Corona fue puesta por el franquismo, especialmente por lo que pensaba el general Franco sobre la política liberal de las últimas décadas fracasadas y muy llenas de liberalidad liberada.09/12/2016 14:47 me gusta - responder