Hoy le traigo un detallado artículo sobre el funcionamiento y la operativa relacionada con las divergencias.
Antes que nada, definiremos qué es realmente una divergencia.
El concepto técnico de divergencia en el trading no es más que la discordancia entre el movimiento del precio y el de un indicador concreto ya sea un indicador MACD, RSI, Momentum, etc. pudiendo distinguir entre tres categorías, denominándolas divergencias de tipo A, B o C, atendiendo al grado de descorrelación que exista entre ambos.
Divergencias tipo A: este tipo de divergencias son las más significativas, en cuanto a su posible efecto sobre el precio se refieren, en la cual la pendiente que tiene la directriz trazada sobre los máximos o mínimos que marque el precio, posee pendiente distinta a la directriz que trazamos sobre el indicador.
Divergencia tipo B: siguen siendo divergencias que pueden afectar al precio, sin embargo, se presume que lo harán en mayor medida, puesto que la falta de cohesión entre ambas es menor. En este tipo de divergencias, la pendiente de la directriz trazada sobre máximos o mínimos del precio, o la trazada sobre el indicador, tendrán pendiente cero.
Divergencias Tipo C: este tipo de divergencias aparecen cuando las directrices anteriormente citadas tienen la misma pendiente, pero con menor grado, es decir, el precio y el indicador tendrán la misma dirección, aunque uno de ellos tendrá mayor impulso que el otro. Este tipo de divergencias aparecen de forma muy frecuente, siendo demasiado débiles como para considerarlas un factor determinante en el movimiento del precio.
¿Qué implica una divergencia?
A priori, una divergencia en la dirección contraria al precio, indica un posible freno o cambio de tendencia, sin embargo, hay que dejar claro que no necesariamente supone que esto vaya a ocurrir ya que, como siempre en el trading, nada es 100%. Así, hay que dejar clara cuál es la probabilidad de que esto ocurra.
Generalmente las divergencias, más que un cambio de tendencia, van a verse reflejadas como un movimiento lateral del precio, por lo que, si entramos en la dirección de la tendencia, va a verse minimizada la potencia alcista del activo, y si entramos en contra de la misma, tenemos que tener muy claro que, si la operativa únicamente está basada en la presencia de una divergencia, las probabilidades de éxito son, cuanto menos, escasas.
Cierto es que la presencia de divergencias en momentos específicos y bajo condiciones muy concretas, nos ayudará a localizar el final de las correcciones y comienzos de nuevos impulsos de los activos.
A modo de resumen, diremos que la presencia de una divergencia, sobre todo de tipo A, es un aspecto muy a tener en cuenta en el campo del análisis técnico, siendo una señal de desequilibrio en cuanto a la dirección del precio se refiere. También que, al añadirlas a las premisas requeridas en nuestra operativa, lograremos una mayor probabilidad de éxito y, por consiguiente, una mayor rentabilidad. Y por último y no por ello menos importante, que las divergencias como tal, no son una técnica de entrada fiable, por lo que por la exclusiva presencia de ellas, una operativa no tendrá un porcentaje de acierto sostenible.