“Quien con niños se acuesta, mojado se levanta” dice un célebre refrán español.
No es la primera vez que en este blog hablo de lo poco que me gusta estar invertido en Argentina. No por los argentinos que en general gozan de mi aprecio, sino por su clase política, intervencionista y populista hasta extremos inconcebibles.
Ya sabíamos lo que podía ocurrir. En su Salida a Bolsa, DIA ya nos hizo partícipes del riesgo adicional que suponían sus inversiones en los países emergentes y cómo podrían impactar en sus cuentas.
Argentina lleva ya al borde del abismo muchos años. Os recuerdo el default de 2001 que sumió al país en la miseria, el triste corralito posterior y la larga renegociación con la mayoría de sus acreedores. Éste nuevo default calificado como técnico espero que no llegue a tanto, pero consecuencias en el corto plazo seguro que las tendrá. Las autoridades argentinas están buscando soluciones con urgencia y todo pienso que pasa por que un tercero afín al gobierno compre la deuda en poder de los inversores que compraron deuda impagada de 2001. Estos llamados “fondos buitres” por el gobierno argentino lo único que quieren es cobrar el nominal de los títulos y los cupones a su vencimiento. Lógico, les asiste la legalidad.
La dirección de DIA ha seguido apostando especialmente por este país, aún a sabiendas de lo que se “cocía”, y desde 2008 aumentó el número de establecimientos en 233 unidades, pero basando mucho de este crecimiento en la franquicia que ya alcanza el 70% del portfolio de tiendas. En el papel, la dirección de DIA nos vende muy bien la apuesta por este mercado, pero tiene lo que tiene:
- La sociedad se creó en 1996. Su capital social es de 120,14 millones de euros.
- Durante años la sociedad ha estado dando pérdidas, teniendo acumuladas reservas negativas a la fecha de 98,5 millones de euros.
- Su mejor ejercicio fue el de 2011 donde obtuvo un resultado de 8,35 millones de euros, equivalente al 1,2% sobre ventas (ROE 23,21%). En los años siguientes la rentabilidad sobre ventas fue en descenso, siendo en 2013 del 0,45% (ROE 17,86%).
- Sus fondos propios ascendían en 2013 a 26,33 millones de euros.
- Nunca pudo repartir dividendos (¿podría repatriarlos si fuese necesario?).
Lo lógico es que este negocio estuviese con resultados sobre ventas superiores al 2% y que fuese capaz de generar ebitda del orden del 6%.
¿Crees que es adecuado seguir dedicando capex a este mercado?
¿Piensas que DIA podrá obtener beneficios en Argentina en los próximos dos años?
¿Hasta qué punto afectará esta situación a la cotización de DIA?
Dejamos para otro día revisar la situación en Shanghai que también me preocupa y de la que pienso será la próxima sociedad en ser separada del grupo (interrumpida).
Aquí tenéis información extractada de Argentina desde 2008:
P.D.: Os recomiendo la lectura de la primera parte del artículo de José Carlos Díez en el País "Argentina y el Espíritu Santo".