Luego que el Banco Central Europeo saliera al rescate de los países que han visto comprometida su viabilidad financiera en el corto y mediano plazo, comienza a venir nuevamente a mi mente el concepto de Riesgo Moral, que me lleva a pensar que habrían hecho estos países si fueran completamente responsables de sus actuaciones, sin embargo, es claro que ante los rescates de Irlanda y Portugal, no se esperaba una reacción diferente hacia Grecia, España e Italia, donde años de políticas fiscales descuidadas llevaron los déficit presupuestales a cifras no sostenibles en el largo plazo, tal y como otrora ocurrió con los países latinoamericanos, destacando la moratoria de Argentina en el año 2001, (con una deuda pública de la en torno a US$ 132.143 millones y los títulos públicos representando el 72,2 por ciento del total), la de Brasil en 1987 y la de México en 1982, sin embargo las condiciones que afrontaron estas tres economías completamente autónomas e independientes respecto a su política fiscal y monetaria, les permitió afrontar los desafíos posteriores a la moratoria de pagos recurriendo no solo a conciliaciones con los acreedores, implementación de serias medidas de ajuste fiscal y por supuesto la devaluación de su moneda con la consecuente Hiperinflación que esto genero en cada uno de los países; en este caso no existió un fondo de rescate que saliera a financiar a estos países y se tuvo que recurrir a ideas drásticas tales como el corralito financiero en Argentina, con el fin de restringir la fuga de capitales y evitar un colapso económico mayor asociado a la reducción de las reservas internacionales del país.
Ahora bien, en el caso de los países Europeos, la imposibilidad de devaluar su moneda, salvo abandonando el Euro, situación que generaría mayor desconfianza en los mercados en todos los países integrantes de la zona y que podría convertirse en una espiral que convertiría la unión monetaria en una aventura fallida, ha llevado a que se tomen medidas tendientes a reducir de manera artificial las tasas de interés de los países que fiscalmente han sido irresponsables bien sea por acción o por omisión, situación que ha incrementado de manera exponencial el riesgo sistémico de contagios mayores si uno de los países o de los bancos pierde el norte y no cumple con las firmes políticas de austeridad propuestas por Alemania; ahora bien, no vayamos muy lejos y revisemos el programa “Quantitative Easing “ adoptado por la reserva Federal con el fin de estimular la economía por medio de la compra de Activos, situación que se hace peligrosa en el tiempo, considerando que esté en su hoja de balance continuara llenándose de instrumentos financieros generando en el largo plazo una potencial nueva burbuja cuyas consecuencias pudiesen ser mas criticas que las de la actual crisis.
Es claro que la solución de la crisis no viene de la mano de las estrategias que se han presentado actualmente, donde por medio de inyecciones de liquidez y compra de activos se busca potencializar un sistema sin hallar la cura al más profundo de sus males y es la irresponsabilidad con la cual se manejan los recursos sin medir los riesgos inherentes a las operaciones, donde la codicia desmedida ha sobrepasado los límites de la razón y el populismo con el cual se quieren implementar modelos socialistas que buscan sociedades igualitarias, lo único que han logrado es socializar la pobreza.
El riesgo moral debería obligar a que cada quien se haga responsable de sus propios actos, tal y como ocurre a una persona natural cuando ha mantenido una estrategia financiera que lo lleva a la ruina, requiriendo sentarse a negociar con sus acreedores planteándoles estrategias que le permitan al individuo recuperarse en el tiempo y a ellos recuperar su dinero.