Esa es la pregunta que se hace Lars Syll. Esta es su respuesta:
“La deuda pública normalmente no Hay que temerla, especialmente si se financia dentro del propio país (pero incluso los préstamos externos pueden ser beneficiosos para la economía si se invierten de la manera correcta). Algunos miembros de la sociedad tienen bonos y ganan intereses sobre ellos, mientras que otros pagan impuestos que finalmente pagan los intereses de la deuda. La deuda no es una carga neta para la sociedad en su conjunto, ya que la deuda "se cancela" entre los dos grupos. Si el estado emite bonos a una tasa de interés baja, el desempleo puede reducirse sin que necesariamente resulte en una fuerte presión inflacionaria. Y la carga intergeneracional tampoco es una carga real, ya que, si se utiliza de forma adecuada, la deuda, a través de sus efectos sobre las inversiones y el empleo, convierte en realidad a las generaciones futuras en ganadoras netas. Por supuesto, puede haber efectos secundarios de distribución negativos no deseados para la generación futura, pero ese es principalmente un problema menor, ya que cuando nuestros hijos y nietos "reembolsen" la deuda pública, estos pagos se harán a nuestros hijos y nietos.
Tanto para Keynes como para Lerner, como para los MMT de hoy, era evidente que el estado tiene la capacidad de promover el pleno empleo y un nivel de precios estable, y que debería usar sus poderes para hacerlo. Si eso significa que tiene que endeudarse y desequilibrar su presupuesto, ¡que así sea! La deuda pública no es buena ni mala. Es un medio para lograr dos objetivos macroeconómicos fundamentales: pleno empleo y estabilidad de precios. Lo sagrado es no tener un presupuesto equilibrado o reducir la deuda pública per se, independientemente de los efectos sobre las metas macroeconómicas. Si "finanzas sólidas", austeridad y presupuestos equilibrados significan un aumento del desempleo y precios desestabilizadores, deben abandonarse.
¿Puede un gobierno ir a la quiebra?
No. No puedes estar en deuda contigo mismo.
¿Puede un banco central ir a la quiebra?
No. En principio, un banco central siempre puede "imprimir" más dinero.
¿Tienen los contribuyentes que pagar las deudas del gobierno?
No, al menos no siempre que la deuda se contraiga en la propia moneda del país.
¿El aumento de la deuda pública supone una carga para las generaciones futuras?
No, no necesariamente. Depende de para qué se utilice la deuda.
¿Mantener el pleno empleo significa que el gobierno tiene que aumentar su deuda?
No.”
¿Estoy de acuerdo con esta afirmación? Pues no, porque a nosotros no nos sirve. Esto es defendible cuando dispones de un Banco Central dispuesto a comprar el exceso de deuda pública hasta que el tipo de interés sea el óptimo, en el doble sentido de:
- No generar inflación.
- preservar el empleo para que haya el mínimo paro posible.
En realidad ese es el doble mandato de la FED: que la inflación a largo plazo (según la nueva estrategia) sea de media el 2%, y que no haya desempleo más allá de un mínimo considerado no generador de inflación.
Pero EEUU es una nación, con un Gobierno y un Banco Central, la FED, que pueden articularse muy bien para ejercitar a medio plazo una política monetaria acorde con esos principios.
Por lo tanto, la declaración de Lars Syll es sólo válida para el caso de EEUU, que además tiene el tamaño suficiente para no ser interferido por la política monetaria de otros países.
Nosotros en cambio somos países monetariamente no independientes, pues estamos sometidos a una Unión monetaria regida por el BCE, sobre el que, además, tienen mucha más influencia otros países que nosotros. Por lo tanto, el BCE es todopoderoso y puede condicionar - o delegarlo a otro organismo de la UE -, a cualquier país miembro de la Unión para darle dinero o préstamos. No tiene un Gobierno supranacional que emita una deuda común a todos, con la que ejercer una política monetaria mínimamente relevante. Excepto para Alemania y sus países satélites, nada descontentos con esta situación.
La verdad, dado nuestro caso especial de gobierno social-comunista que no aclara si va a respetar la Constitución y las instituciones, como la Jefatura del Estado y la Judicatura, yo también estoy satisfecho con esta situación.
Parece ser que el otro día, en Europa, Sánchez recibió un sonoro rapapolvo por su loco proyecto de apoderarse del nombramiento de los jueces del CGDPJ. Debió ser gorda, porque de momento, ha renunciado. También ha renunciado a subir un 1% el sueldo de los diputados, algo injustificable cuando la inflación es negativa.
Sí, me he hecho pro europeo, aunque sólo sea como la última muralla contra el bolivarianismo que nos inflige este gobierno. Espero que un día lleguemos a una deuda única, que serviría para disciplinar aún más la política fiscal, pues en la situación tan indefinida de la UE, sí tiene importancia lo que pase con el déficit. Sobre todo tal y como está concebido por este gobierno: nacionalización de la economía a través de la invasión del sector público.
Entonces, ¿cuando la Deuda Pública es demasiada? Depende de la credibilidad de instituciones como el gobierno y el banco central, credibilidad en relación inversa con el tipo de interés devengado. Y nosotros de eso, tenemos poco.