Las fuerzas económicas van y vienen según su impulso inicial y la reacción de los agentes a ellas, entre los cuales está el gobierno. El gobierno ha de intentar minimizar los daños de estas fuerzas y contrafuerzas, pensando en el futuro a corto y largo plazo. Por otra parte, el gobierno de este país está sometido a fuerzas y contrafuerzas políticas, que a veces sí y a veces no, consiguen doblegarle la mano y que tome decisiones a favor de unos pocos, no de todos.
El gobierno español está en un estado de debilidad terminal, lo que explica que se estén apoderando de él grupos de cinco diputados, como el PNV, contra los intereses generales de hoy, y lo que es peor, del futuro, que pueden dejar la situación realmente complicada.
La decisión del gobierno de pactar con el PNV un presupuesto a todas luces inviable se debe a que la calle está llena de grupos agitados por intereses espurios, que no otra cosa son los ancianos que ya tienen pensión pidiendo más pensión a costa de la de sus hijos. ¿Ellos no lo saben? Pues alguien debería explicárselo, pero no he visto a nadie que se atreva.
las pensiones pactadas con el PNV suponen, según los datos que maneja Roberto Centeno,
El pacto político entre el Gobierno y el Partido Nacionalista Vasco ha aplazado varios años la aplicación de la Ley de Sostenibilidad de las Pensiones, con la que el Gobierno pretendía frenar los crecientes déficits de la Seguridad Social. Unos déficits brutales y absolutamente fuera de control, que en 2018 ascenderá a 21.660 millones de euros que serán financiados con 15.160 millones de deuda y 6.500 millones del Fondo de Reserva, que prácticamente desaparecerá. La no aplicación de la Ley de Sostenibilidad, que afecta a 350.000 nuevos pensionistas, añadirá un déficit adicional de 1.500 millones en 2019, 3.000 millones en 2020 y 4.500 millones en 2021. En resumen, un desbarajuste presupuestario absoluto.
Es decir, más deuda, y más de la programada, pues, como veremos ahora, otras fuerzas van a jugar perversamente contra lo programado “ingenuamente” por el gobierno, especialmente la subida del precio del crudo.
Pero esto no es lo peor, lo verdaderamente grave es el completo abandono de cualquier política de control de gasto, y sobre todo el ignorar totalmente las devastadoras consecuencias de la subida del precio del petróleo y el gas y la depreciación del euro respecto al dólar, lo cual reducirá el crecimiento presupuestado en un 0,8% y destruirá 187.000 empleos solo en 2018.
La subida del precio del petróleo - que explica muy bien Juan Carlos Barba -, se debe a los vaivenes alocados de las inversiones de años anteriores, que aumentaron la capacidad de refino y bajaron por ello el previo de 110 $/b. a menos de 40 $. Esa caída desanimó nuevas inversiones, incentivó desinversiones, la caída de la capacidad ha hecho subir el precio a 80$/b... de momento, porque las perspectivas hechas por los mayores expertos son funestas, pudiendo llegar a 90 este año , 95 el 2019, incluso a 100$ en 2020.
Sin embargo, el cuadro de previsiones del gobierno es risible. Siguiendo a Centeno:
Pero todo lo expuesto resulta empequeñecido ante los efectos de la evolución del precio del crudo y del gas y del tipo de cambio EUR/USD. Los Presupuestos 2018 enviados por el Gobierno de España se han realizado bajo los supuestos de un precio medio del crudo Brent de 67,7 $/barril y un tipo de cambio EUR/USD de 1,20. Nada más lejos de la realidad, incluso siendo optimistas, porque las cosas van a ir a peor, una media de 79 $/barril para el resto del año y de tipo de cambio en 1,18 como a día de hoy sería la hipótesis mas probable. Esto significa que frente a un precio de crudo previsto en los PGE 2018 de 56,4 EUR/barril, la realidad será a partir de ahora de 66,9 EUR/ barril, un 18,6% mas.
Para los años 2019, 20 y 21, la previsión de los Presupuestos es un precio del Brent de 63,9 $/barril, cuando la media de analistas estiman una horquilla entre 85 y 95 $. El Bank of America afirmaba el viernes que “el crudo Brent podría llegar a 100 $/barril en 2019 o incluso antes”, y Goldman Sachs estima un precio de 82,5 $ en la segunda mitad de este año. Una media de 85 $ en 2019, 90 $ en 2020 y 95$ en 2021 parece una hipótesis razonable. ¿Y cómo afecta a España? El Ministerio de Economía estima que cada 10% de incremento del precio del crudo reduce el crecimiento en 0,7 puntos y el empleo en 150.000 personas. Dado que restan 7,5 meses para acabar el año, 79 $/barril y tipo de cambio EUR/USD en 1,18 reducirían el PIB en 0,8 puntos y 137.000 empleos.
Adicionalmente, con las estimaciones de precio antes señaladas, la caída del PIB en 2019 será del 2,8% y se destruirán 600.000 empleos, y peor aún en los años siguientes, una situación insostenible. Esto significa crecimiento cero y creación de empleo cero a partir de 2019, por lo que la finalización de la política de compra de deuda por el BCE y la subida de tipos conducirá a España a suspender pagos.
Unas previsiones fantasiosas que estallarán por todas las costuras, lo que elevará la inflación, la petición - ya concedida - de actualizaciones de ciertos gastos, como las pensiones, a lo que seguirá los de otros, según la fuerza de convocatoria.
Esto - y llegamos a lo que considero el centro del problema - hará subir el tipo de interés tanto más cuanto Alemania, que ya tiene una inflación superior al 2%, empiece a bramar para que el BCE restrinja la oferta de dinero y suba los tipos. A lo que hay que sumar que las primas de riesgo subirán por lo que contábamos ayer de Italia, que se contagiará a España que ya tiene sus propios problemas con una deuda de 129% de PIB según el cuadro 3.2a del Banco de España (Deuda consolidada con todos los sectores).
Como decía al principio, España está abandonada a las fuerzas económicas espontáneas y las que genera el propio gobierno terminal, que lo mejor que podría pasar con él es que C’s le retirara el apoyo y tuviera que convocar elecciones. La estabilidad es un valor, pero sólo si sirve a los intereses comunes.
Las probabilidades son que en 2019 veamos en su apogeo una recesión-depresión con precios del petróleo de 90$/b mínimo, tipos de interés de pesadilla, BCE que ya no compra deuda y da crédito con colateral a regañadientes, ¿Quién será el gobierno que haga frente a esto? Lo digo porque no tenemos estructura política para lograr una unión de fuerzas que haga frente a la demagogia a los nacionalismos.
Desengáñense: hemos vivido de una energía hiperbarata y de unos tipos de interés cero. Ahora viene el reverso.