En la entrega de hoy del “Decálogo
del buen trader”, nuestro colaborador Isaac Sánchez nos recuerda que un trader
debe de tener definido un plan de actuación debidamente testado antes de poner
cualquier orden en el mercado, recogiendo todos los planes de contingencia
posibles.
7. Utilizar un Plan de Actuación (Trading
Plan).
Cada operación que se
vaya a lanzar al mercado debería ser precedida por el desarrollo con antelación, de su correspondiente plan de actuación por parte del trader,
en su papel de gestor del riesgo, debiendo tener cerrados todos los escenarios posibles y detallando la
manera de reaccionar ante cada posible escenario.
El plan de actuación de cada operación debería de recoger como mínimo:
1) Un escenario previsto con una estrategia de entrada, justificando los motivos y circunstancias por las cuales se abre una
posición, el tipo de orden que se va a utilizar, el cociente rentabilidad
riesgo mínimo exigido, la confirmación del volumen de negociación y los actores
del mercado para el caso de mercados no ciegos, etc. Este punto es de capital
importancia, porque a lo largo de la vida del trade, puede que alguno de estos factores evolucione
de forma contraria a la inicialmente prevista, lo que nos alertará de que en
ese caso, el escenario planteado podría estar equivocado.
2) Una estrategia de salida en stop-loss, detallando los niveles del activo objeto de trading en los que se va
a cerrar total o parcialmente la posición en pérdidas, o las referencias
particulares a otros valores relacionados o índices directores. Recordamos que el stop-loss será colocado en función de
criterios técnicos, pero teniendo en cuenta la volatilidad del activo
objeto de trading, así como la restricción de que la pérdida encajada, caso de
saltar, no debe superar el 2% del capital en cuenta.
3) Una estrategia de salida en stop-win, detallando los niveles del activo objeto de trading en los que se va
a cerrar total o parcialmente la posición con beneficio o las referencias
particulares a otros valores relacionados o índices directores. Los objetivos deben ser realistas, y en
función de criterios técnicos y de la volatilidad del activo que estemos
trabajando. A ser posible, combinaremos un objetivo fijo para la mitad de la
posición, y un stop-loss dinámico variable para el resto de la posición, de
forma que podamos capturar tendencia en el trade.
Finalmente decir que,
una vez detallado nuestro plan de actuación, es de capital importancia seguirlo de manera sistemática. Para
ello, volvemos a insistir en la utilización de órdenes automáticas,
reconociendo en la mayoría de los casos una mayor eficiencia en la realización
de pérdidas y beneficios por parte de las máquinas, en comparación con la
ejecución directa (y humana) del propio trader.