Muy frecuentemente nos encontramos con clientes
que nos piden operar en CFDs de acciones cuyo subyacente tiene muy poca
liquidez y por lo tanto presenta elevadas tasas de volatilidad. La experiencia
nos dice que en general estos clientes incurren rápidamente en pérdidas de las
que no suelen recuperarse.
En la entrega de hoy del “Decálogo del buen
trader”, (la sexta de la serie), Isaac Sánchez nos habla precisamente de liquidez y
volatilidad.
6.
Sobreponderar Liquidez frente a Volatilidad
La mayoría de las veces, una elevada
tasa de volatilidad en un valor es consecuencia directa de su baja liquidez.
El trader trabaja la volatilidad de los mercados. Matemáticamente la
volatilidad se define como la desviación
típica de los rendimientos de un activo, con respecto de su rendimiento medio
en un periodo considerado, aunque una definición más sencilla respondería a la idea de movimiento esperado
para una acción.
Cuando decimos que una acción es “muy
volátil” lo que realmente queremos decir es, que históricamente su precio en un momento
concreto del tiempo, varía mucho en relación a su valor medio. Lo anterior
implica que variaciones bruscas en el precio del valor, son algo normal y
esperable. El trader buscará beneficiarse de esas variaciones en el precio, que
es lo que conocemos por “volatilidad”.
Sin embargo, también tendremos que tener en cuenta que en la mayoría de las ocasiones, una elevada
tasa de volatilidad en un valor es consecuencia directa de su baja liquidez,
por lo que el vehículo de trading en estos
casos se torna fácilmente manipulable. En este caso, lo barato
finalmente resulta ser caro, dado que finalmente será más difícil anticipar el
movimiento del activo en cuestión, y la volatilidad
se volverá en nuestra contra reduciendo el porcentaje de acierto de la
operativa.
Por otro lado, si el vehículo de inversión es poco líquido, es muy probable que la cámara de compensación no
pueda implementar stops a mercado, por lo que éstos serán limitados,
como así ocurre en el caso de los futuros del Ibex-35. En ese caso, el trader no tiene garantías de que una vez
activado su stop con el precio de disparo, éste se le vaya a ejecutar, pues en periodos de alta
volatilidad, existe el riesgo de que se produzcan discontinuidades en el precio
o huecos, que hagan que su orden se quede colgada a un cierto nivel de precio,
por no tener contrapartida bien de papel o de dinero.
Es recomendable en
estos casos buscar valores más líquidos
aún a costa de una menor volatilidad de los mismos. Una menor
volatilidad, esto es, un menor
movimiento esperado para nuestros trades, siempre puede ser compensado
con una mayor posición del trade, o un mayor apalancamiento, lo que implica que
posiciones mayores serán aplicadas a movimientos esperados más pequeños, para
obtener rendimientos equivalentes.