Esta semana, con un poco de retraso respecto a lo habitual - mea culpa - subimos el cuarto punto del Decálogo del buen trader elaborado por nuestro amigo y colaborador Isaac Sánchez.
A nuestros clientes que proceden de operativa al contado les insistimos siempre que cumplan y vigilen este punto. Isaac, en los webinarios que ofrece desde nuestro programa de formación hace mucho énfasis en el control del riesgo.
Sin más os dejo con su explicación.
Un saludo
4.- Controlar el riesgo
La definición que más se ajusta al
perfil de lo realmente hace un trader, es la de ser un gestor del riesgo. La principal función de un trader es pues,
controlar el riesgo, e inmediatamente en segundo lugar, gestionar la probabilidad.
En
multitud de ocasiones he visto como una buena operativa a nivel global, se iba
al traste por una mala gestión del riesgo en unos pocos trades puntuales. El
trader no puede bajar nunca la guardia en este sentido, y debe ser muy disciplinado
con aquellas operaciones que no se mueven en la dirección esperada.
Pero ¿cómo
controlar el riesgo?... ¿Piramidación de posiciones, stop-loss dinámicos?… A esta pregunta responderé diciendo que la mejor forma de minimizar
el riesgo es reducir el tiempo de exposición al mercado. Esta perogrullada,
encierra en sí misma algunas consecuencias notables.
La más importante de ellas, es que a menor tiempo invertido en el mercado, menor
riesgo soportado. Una estrategia de "comprar y mantener" implica un
compromiso con el riesgo del 100% del tiempo, dado que lo que ocurra aún con el
mercado cerrado, tendrá implicaciones en los precios del día siguiente, sin que
el trader tenga margen de maniobra en el hueco de apertura que se producirá.
El problema radica en que un control del riesgo fuera del espacio
intradiario, podría, en algunos casos, no ser llevado a cabo debido a las
discontinuidades de precio entre cierres y aperturas, por lo que el trader no
podrá ejercer el control requerido para su operativa. Una estrategia de
daytrading, reduce sensiblemente el riesgo soportado, limitándolo al periodo de
duración de los trades abiertos.
El segundo aspecto a tener en
cuenta en relación al control del
riesgo, lo constituye la cantidad de patrimonio expuesto en cada operación en términos relativos,
esto es, el capital expuesto en cada
operación en relación al total del capital disponible en cuenta. Lo
recomendable es que la pérdida a soportar en cada operación o trade efectuado, se sitúe entre el 1% y el 3% del capital en
cuenta, siendo el porcentaje más recomendable el 2% del capital. En
términos absolutos, si seguimos a rajatabla esta norma, tendríamos que
equivocarnos 50 veces seguidas para descapitalizarnos o quedarnos fuera del
mercado, lo cual es altamente improbable. Por tanto vemos cómo una postura
conservadora en este sentido, reduce
sensiblemente la probabilidad de ruina del trader, teniendo en cuenta que
una de las principales misiones de éste, es preservar su capital, que es a su
vez su herramienta de trabajo.
Por tanto, lo primero que debemos hacer
antes de abrir una posición, es calcular el punto en el que debería cerrarla
con pérdidas, esto es dónde deberíamos ejecutar el stop-loss, y una vez hecho
esto, ajustar el tamaño de la posición, (esto es, el número de acciones,
contratos de futuros, warrants, etc a contratar), de modo que la pérdida máxima a soportar no supere el 2% de nuestro
capital en cuenta.
El segundo aspecto y no
por ello menos importante, lo constituye la ejecución del stop-loss. Está sobradamente comprobado que uno
de los principales escollos en la labor de un trader radica en saber cortar
las pérdidas. Afortunadamente para nosotros, las máquinas son mucho más eficientes que las personas a la hora de ejecutar stop-loss, y
cualquier broker que se precie dispone de la última tecnología en ese sentido.
Desde los stop-loss estáticos a los dinámicos, así como la posibilidad de poder
asociar distintos tipos de órdenes de forma que no debamos de preocuparnos por
la ejecución o eliminación de las mismas.
Todos estos contenidos son objeto de
estudio y practica en nuestro Programa
Gratuito de Trade Coaching, al que se puede acceder realizando un webinario
también gratuito en Gestión
de Riesgos a través de los programas de formación que organiza Interdin y que
podéis encontrar en su página web.
Por tanto, y a modo de resumen en el desarrollo de este tema, diríamos que el
control del riesgo es la principal tarea en el desarrollo de la operativa de un
trader, que el stop-loss debe ser determinado de antemano en función de
criterios técnicos, pero sujeto a la restricción de que la pérdida resultante
no supere el 2% del capital en cuenta, y que la ejecución del mismo debe ser
automática, delegando el trader en esta tarea a las ejecuciones por medio de
órdenes condicionadas, que la mayoría de los Brokers actuales ponen a su
disposición.