El Ibex 35 ha logrado, por fin, romper una resistencia que se le venía atravesando desde tiempo casi inmemorial y lo hecho, aparentemente, con una fuerza que parece disipar dudas. ¿Es esta la buena y por fin el selectivo español ha roto definitivamente al alza? Ya sabemos que esto es el mercado y que las certezas no existen, así que tendremos que ver qué nos dicen los indicios y ya anticipo que hablan de problemas.
Este es el Ibex y la ruptura de esa resistencia crucial. En el gráfico puede dibujarse, aunque no sea de forma demasiado ortodoxa, una taza con asa, figura que la teoría considera muy potente para una ruptura alcista y la prueba es que la ruptura ha sido potente. tanto que en vez del Ibex parece cualquier otro índice menos timorato.
¿Que veo en el gráfico? Aplicando Gatillo se ve que se dan casi todas las condiciones para una salida al alza exitosa. En la práctica totalidad de los retrocesos de todo este periodo de dudas, la mano fuerte ha aparecido en los mínimos y ha hecho volver al índice hasta la resistencia. Lo ha hecho con insistencia, reflejando la fe que las manos fuertes tienen, o tenían, en que antes o después el índice rompería al alza y no a la baja.
La excepción a esta regla la tenemos en el último retroceso antes de la ruptura y en la ruptura misma. La mano fuerte está ausente en este movimiento. Puede ser que sea porque tiene las alforjas tan cargadas de los movimientos anteriores que no le cabe nada más, pero no es descartable que puedan estar aprovechando el momento para hacer una de las cosas que más les gusta: empapelar al personal.
El caso es que el gráfico refleja potencia y el indicador dice que no hay tal en el momento decisivo. El precio sigue con su inercia alcista, eso es evidente, y ahora llega el momento de preguntarse si tendrá fuelle suficiente para llegar lejos o no.
Atendiendo a lo que nos dicen los dos principales indicadores de amplitud de todo el mercado español, la subida es sana y está en perfecta sintonía con lo que refleja el índice. El Oscilador McClellan ha salido de la zona negativa y va subiendo con constancia. Por buscar un 'pero', en salidas anteriores pareció demostrar algo más de fuerza... En cuanto a la Línea AD, nada que objetar. Máximos ascendentes en consonancia con las subidas reflejadas en el gráfico del precio.
Pero el Ibex no es un ente aislado, aunque a veces lo parezca por la gran afición que tiene a 'ir por libre'. Es un índice en un mundo bursátil complejo y muy interconectado en el que el índice que manda en Europa, el Dax, puede estar reflejando en sus movimientos la llegada a una zona de problemas.
Aquí tenemos al Dax, el referente europeo por excelencia. Salió disparado hace ya tiempo y transita por la zona de máximos históricos. Pero en los últimos tiempos parece dar un pasito para adelante y otro para atrás, como si dudara. ¿Por qué duda justo en el momento en el que el BCE ha lanzado sus estímulos?
Nos cuentan que las tribulaciones acerca del posible rescate a Grecia o su salida del euro están influyendo en el mercado. Nos dicen que se ha detenido la caída del euro frente al dólar y que buena parte del empuje del Dax provenía de las empresas exportadoras alemanas, muy favorecidas por un euro débil.
Uno es periodista y tiende a pensar que las noticias sí tienen su influencia, pero hace ya tiempo que considero que sirven más como excusa o explicación a lo que pasa que realmente como causa de nada. Es más factible que se usen como excusa para hacer lo que los que mandan quieren que realmente porque tengan tanta influencia.
Y eso es lo que me marcado con las proyecciones de Fibonacci en el gráfico. No soy un gran seguidor de la teoría de Ondas de Elliott, seguramente porque no soy capaz de contar y me pierdo, pero sí lo soy, en muchos órdenes de la vida y no sólo en la Bolsa, de la secuencia de Fibonacci. En aquello que no esté ordenado por una fuerza directora, la proporción de la naturaleza se mantiene en rangos que son las proporciones entre los números que componen la serie de Fibonacci.
Aplicado a la Bolsa, este concepto es el principio rector de las Ondas de Elliott y también de las teorías de soportes y resistencias relevantes que en España ha desarrollado con maestría Luis Ortíz de Zárate. Sin llegar a sus conocimientos, uno de cuando en cuando se acuerda de estas ideas y tira sus líneas. Quizás no sean del todo ortodoxas y 'LOZ' me lo recriminará, pero esto es lo que he encontrado: el Dax se encuentra en un atolladero por sí mismo y no por Grecia o el euro.
El índice alemán ha llegado a un nivel de confluencia de proyecciones de Fibonacci que supone en sí mismo un obstáculo para el avance. Es ese nivel en el que el inversor se palpa el bolsillo y comienza a pensar en realizar los beneficios obtenidos y del que solo se sale con la aparición de una fuerza directora que lo saque del atolladero, que en el mercado es la mano fuerte. Y ahí tenemos el primer síntoma de que el Dax está en problemas. La mano fuerte se retira desde hace días y solo con su vuelta se puede confiar en una salida al alza.
Visto desde los indicadores de amplitud del conjunto del mercado alemán, tenemos un dibujo en el Oscilador McClellan que habla por sí solo de indecisión. El índice más fuerte de Europa tan pronto está en positivo como en negativo en el principal indicador de amplitud y la Línea AD parece estar formando un techo de mercado.
Sin la acción de una fuerza motora alcista, la mano fuerte, el Dax no tiene grandes posibilidades de seguir adelante sin un retroceso que le permita tomar aire. ¿Podrá el Ibex seguir avanzando en solitario? A lo mejor, la opción del 'pullback' no es descabellada para que la mano fuerte tome las posiciones que no ha tomado en el Ibex y vuelva a cargar en el Dax a mejores precios. Claro, que a lo mejor no... Bolsa en estado puro o, lo que es lo mismo, incertidumbre perpetua.
A favor del Ibex juegan la QE del Banco Central Europeo, un elemento alcista en sí mismo y la mejora de las perspectivas económicas tanto españolas como alemanas. En contra del Ibex, el ambiente político incierto y el hecho de que dos de los valores referentes del índice estén pendientes de realizar sendas ampliaciones de capital, lo que tiene implicaciones bajistas en dos pesos pesados como Santander o Telefónica.
En definitiva, que a veces pienso que sí y a veces pienso que no, pero lo más seguro es que quién sabe.