Ayer avisábamos que cuando nadie espera nada de una reunión del BCE, la sorpresa positiva es mucho más probable. En las últimas jornadas muy pocos analistas se habían percatado (o no le habían dado importancia) de que ayer jueves había reunión del BCE y discurso de Draghi. Todos estábamos preocupados por la caída de los precios del petróleo y de la formación de gobierno en España y ambas noticias acaparaban todos los diarios de información y preocupación de la mayoría de inversores.
Pero los mercados no se mueven por hechos pasados sino por expectativas futuras. Y últimamente el genio en crear expectativas es Mario Draghi. En el siguiente gráfico vemos la evolución del Eurostoxx 50 del último año y he señalado las tres últimas reuniones del BCE. El 22 de octubre teníamos al Eurostoxx en clara zona de resistencia, y Draghi generó unas claras expectativas de actuación en la reunión de principios de diciembre (día 3). Esto provocó la ruptura de estas resistencias y llevó al Eurostoxx a la parte superior del canal alcista justo días antes de que Draghi hablase. El mercado se había ya formado unas expectativas muy optimistas, y aunque Draghi tomó medidas, estas defraudaron y el Eurostoxx se giró fuertemente a la baja. Ayer, tal y como decíamos en las claves, el Eurostoxx estaba en claro zona de soportes y aunque Draghi no tomó ninguna medida, fue suficiente como para generar expectativas optimistas.
¿Serán suficientes estas expectativas cómo para llevar al Eurostoxx de nuevo a la zona de resistencia? Todo dependerá de las expectativas que empiece a formarse el mercado desde hoy hasta la próxima reunión. Si son muy optimistas cómo ocurrió antes de la reunión de diciembre, no se puede descartar que estemos en 3.300 puntos para la próxima reunión. Lo importante será tener claro cuáles son las expectativas del mercado de cara a la próxima reunión y cuáles son las medidas que tome definitivamente el BCE. Si estamos cerca de resistencias y las medidas vuelven a defraudar, pues volverán las correcciones. Y si toma las medidas esperadas ya estarían descontadas por el mercado. Sólo si Draghi toma medidas superiores a las estimadas, provocaría que el mercado siguiese subiendo.
Ayer lo vimos claro, cuando el mercado no se espera nada, es cuando hay más probabilidad de una sorpresa negativa. Es muy importante la declaración de ayer de Draghi ya que al menos ha servido para que nos preocupemos menos de la caída del petróleo y volvamos a pensar que los bancos centrales seguirán siendo una clara red de seguridad para los mercados. Esta madrugada el Banco de Japón ha comunicado que estaría dispuesto a asumir más medidas, y es muy probable que la FED deje caer antes de la reunión de la próxima semana (día 27) que este año no habrá tantas subidas de tipos cómo se descontaba en diciembre. Según el mercado de futuros, hoy hay más de un 50% de probabilidad de que se mantengan sin cambios los tipos en la reunión del 15 de junio (línea marrón). A final de año este era el escenario menos probable. Las probabilidades de una sola subida en el primer semestre (línea azul) han corregido y las de dos subidas han pasado del 30% a estar por debajo del 10%.
En rebotes como los de hoy se demuestra que la corrección no estaba ocasionada por empeoramiento de la situación macro, sino por sesgos de los inversores. La probabilidad de entrar en una recesión mundial son hoy las mismas que ayer, pero esta posibilidad de rebote, y sobre todo, que los mercados estaban en clarísima zona de soporte ha provocado un nuevo equilibrio entre compradores y vendedores. Los bajistas ante la posibilidad de un giro al alza están deshaciendo posiciones (comprando) y los inversores de largo plazo piensan que tras las correcciones, quizás estamos en el mejor momento de tomar posiciones que nos den rentabilidades de doble dígito en los próximos años.
El petróleo que era el activo más especulativo del año, está rebotando nada menos que un 19% desde los mínimos de hace dos sesiones. Ayer tras la apertura de los mercados de Estados Unidos, consiguió romper al alza la directriz bajista del año, y estos especuladores rápidamente están comprando petróleo. Unos para deshacer cortos y otros para intentar estar dentro de la nueva tendencia alcista.
Por tanto, al igual que comentamos en agosto del año pasado, estamos ante la posibilidad de un rebote de las bolsas. Estos días hemos comentado que en fases de pánico no se debe tomar decisiones de desinversión y es mejor esperar a que se reduzca la volatilidad para adaptar las carteras al nuevo entorno.