Sigo con la duda de lo que hará finalmente Wall Street, pero en Europa parece que se van despejando las que teníamos y que la QE del Banco Central Europeo que ha debilitado al euro está sentando magníficamente al mercado que tiene que marcar el camino a los demás, el alemán. En máximos históricos, el índice de referencia de este mercado, el Dax, no para de subir y ha superado los niveles de la resistencia relevante que encontramos hace bien poco tiempo en este post, del que además extraigo de nuevo el gráfico de esas resistencias:
Y a continuación veremos el gráfico que muestra el índice alemán, al que le he superpuesto la Línea AD del conjunto de su mercado (no la del índice), y lo he acompañado por los dos indicadores de amplitud que han funcionado mejor en este periodo para avisar de lo que venía: el Oscilador McClellan y el Momento Weinstein:
Se han dado circunstancias en los últimos tiempos que no se suelen producir habitualmente. El Momento Weinstein, un indicador de largo plazo, ha venido a unirse a las señales.
Marcado con elipses rojas, el Momento Weinstein, que se calcula con la media de las 200 últimas sesiones de la Línea A-D, intentó cruzar el cero al alza pero no consolidó la señal. Justo en ese momento, la Línea AD producía una divergencia clara con el precio y el Oscilador McClellan enfilaba al Sur. El Dax retrocedió al ritmo que marcó el Oscilador McClellan hasta que una divergencia en el principal indicador de amplitud de nuestro sistema marcó el momento de comenzar a subir. El Momento volvió a intentarlo, pero con la Línea AD aplanada y el Oscilador McClellan ya en fase de caída volvió a perder el nivel y a marcar que el mercado volvía hacia el sur.
Por fin, en la elipse verde, cruzó el cero en condiciones óptimas y ha consolidado el cruce. Ahora, en el retroceso que correspondía con la llegada del índice alemán a la resistencia relavante, la Línea AD se ha encargado de marcar el camino no marcando mínimos mientras el precio sí lo hacía. Y al final, ha tenido razón. Por lo general, cuando todo un mercado se empeña en una cosa, el índice termina por hacerla. En el orden contrario sólo sucede a veces...
Pero tenemos al Ibex que no es el de hace nada. Salió disparado hace ya tiempo, justo cuando el Dax comenzó su último retroceso, y ha hecho en solitario una dura travesía del desierto. Está visto que el Ibex es un 'índice lazarillo', de esos que muestra el camino a los demás. Pero además, es velocista de cortas distancias. Los primeros cien metros no hay quien le gane, pero en cuanto la cosa pasa de 400 metros pierde ritmo. Ahora mismo parece ir a la pata coja. ¿Qué le pasa al Ibex?
Podemos observar en él circunstancias muy parecidas a las que vimos en el Dax alemán y cómo el cruce del Momento Weinstein se produce antes de la ruptura de la resistencia que venía respetando el selectivo español. ¿Un aviso de que iba en serio? Trazando por mínimos o por máximos, la Línea AD del mercado español (insisto, de todo el mercado) ha ido resolviendo las divergencias marcadas con el precio por el lado alcista y aunque ahora mismo el selectivo está estancado, la Línea AD sigue mejorando más que el índice.
Como en el caso del Dax, luego pasará lo que tenga que pasar, pero ahora mismo es alcista. Está en una zona de congestión pero el conjunto del mercado dice que está mejor incluso que el índice.