Cuarta parte de… cosas extrañas

13 de septiembre, 2021 0

¡Aviso! Este texto, incluyendo el título y sin incluir este párrafo contiene 1775 palabras.

Hay cosas extrañas relacionadas con sueños.

En 2010, durante 4 noches consecutivas tuve sueños que me decían con una flecha verde, o con una flecha roja, que el ibex 35 cerraría en positivo o cerraría en negativo.

Tras dos noches seguidas viendo el mismo patrón funcionar, la tercera noche decidí sacarle partido.

Aquel día abrieron con una caída, ya no recuerdo si del 0,50% o algo así, el caso es que fue una caída muy rápida, tan rápida que yo como el sueño había sido una flecha verde, compré mejor de lo que pensaba a un -0,35% o algo así, respecto al precio del cierre del día anterior, cayeron un poco más, remontaron y acabaron el día cerrado en positivo, no recuerdo si un +1% o por ahí, el caso es que acertó, y yo que había comprado a los pocos minutos de la apertura y me había largado 5 minutos antes del cierre, gané unas monedas. ¡que bien!

La cuarta noche de aquella racha de sueños premonitorios con flechas, apareció una flecha roja.

A la mañana siguiente me volví a levantar temprano para estar en la sala de bolsa antes de la apertura del mercado (La sala abría media hora antes que la bolsa Española), lo tenía muy clarito, en cuanto abrieran me pondría bajista.

Ese día mira tú por donde, abrieron con un hueco al alza, mucho mejor para mí, me puse bajista, ¿tenía algún límite?, simplemente largarme al cierre pasara lo que pasara.

Recuerdo que tras abrir al alza y posicionarme en corto, siguieron tirando y habían subido unos 50 puntos más por encima de mi entrada, cuando me fui a casa, sobre las 12:00.

Recuerdo que había un tipo en la sala que decía que todo se iba para arriba y que era mejor que yo cerrara ahora mi corto que todavía no perdía demasiado, yo estaba tan seguro de que cerrarían en negativo , por el sueño, que le dije algo así, como, ya verás tu como van a caer.

Lo que no me podía imaginar, era que sería uno de esos días de darse la vuelta a lo bruto, porque ese día cerraron con una caída de más del -2,50%.

Lamentablemente no volví a tener otro sueño con ese patrón de flechitas verdes o flechitas rojas.

A día de hoy, no se que generó esos 4 sueños consecutivos de las flechitas ganadoras.

En varias ocasiones de mi vida, he pensado, que me haría millonario, esa fue una de esas veces.

Ya me frotaba las manos y me montaba películas mentales, acertando sin parar con los sueños de las flechitas, incluso calculé cuanto tiempo tardaría en ser millonario.

Claro que…. Los sueños de las flechitas nunca más volvieron a hacer acto de aparición en mis sueños.

¡Mecachis!.

.

Los dos únicos sueños de bolsa que he vuelto a tener, fue en una ocasión con una acción que yo no tenía, ni me importaba, esa acción abría con un hueco a la baja y cerraba en negativo y eso sucedió, pero yo ni lo aproveché ni me valió para nada ese sueño en particular.

Otra vez fue cuando había comprado BME, hace ya unos años, al día siguiente de que cayera cerca de un -5%, después de una subida en la que prácticamente no había recortado nada.

Fue un sueño donde de una pantalla de bolsa con las letras BME, salía un fajo de billetes de 50.

Interpreté que mi stop se respetaría y que BME emprendería la senda alcista dándome unos pavitos, y así sucedió.

.

Ese patrón de que salga dinero de algún sitio y efectivamente suceda así, lo conocía porque unos años antes, tuve un sueño en el que en un bar donde sellaban loterías, el dueño me entregaba un billete de 20 pavitos.

Lo interpreté como que si hacía allí una apuesta automática, que era lo que yo hacía entonces, tendría un premio.

Efectivamente, tuve un premio, menor de 20 pavitos, pero bueno, el sueño había acertado.

Lo gracioso de esto es lo siguiente:

Unos meses más tarde se repite la misma historia, era otro sitio distinto, pero yo en el sueño lo reconocí, era también un sitio donde se podían hacer primitivas y euromillones, y también aquí, en este caso la que parecía la dueña, me entregaba un billete de 20 pavitos.

Como era la segunda vez, ya os podéis imaginar lo que hice.

¿No os lo imagináis?

Pues hice lo siguiente, primero me froté las manitas, Fris-Fros!!, después por la mañana, entré en ese establecimiento con 81 pavitos en el bolsillo.

Le dije a la persona que estaba allí que me hiciera una automática, se la pagué con un eurito, fue una primitiva.

A continuación cogí un boleto de esos en los que puedes hacer hasta 8 apuestas de golpe, y copié la apuesta automática por la que acababa de pagar.

Y voy y le digo:

- Pasame esto por la máquina 8 veces seguidas.

La señora alucinó, me miró como si yo fuera un lunático de la lotería.

Se lo tuve que volver a repetir porque no lo entendió a la primera de lo raro que le parecía mi “maniobra”.

En fin, salí de allí con 81 pavitos menos en el bolsillo y 81 apuestas a la misma combinación.

Resulta que esa apuesta tuvo un premio pequeño, de 8 pavitos, pero claro, yo había hecho 81 apuestas y me lleve 648 pavitos, a los que había que restarle el coste de la “inversión” 81 pavitos.

Varios meses más tarde otro sueño del mismo tipo, pero con una diferencia, de esta vuelta, el tipo del establecimiento que en el sueño también supe reconocer, me entregaba, atención a esto, un billete de 500 pavitos.

Cuando me desperté, lo primero que hice fue frotarme las manos, Fris-Fros!!.

Me dije a mí mismo, vas a dar un golpe pavito, un gran golpe.

Miré las tablas de premios del sorteo anterior de la primitiva y del euromillones, lo único que se aproximaba a 500 euros, es decir un premio de tres cifras, era el euromillones si ganaba un premio de 4 números y 2 estrellas.

Hoy en día, especialmente desde que el año pasado los del Euromillones decidiera reducir todos los premios para aumentar los botes del ganador del primer premio, las cantidades son menores, pero de aquellas, había más dinero para premios del 4+2.

En fin.

Hice la misma maniobra que había hecho en el sitio anterior, pero esta vez, salí de allí con 200 apuestas del euromillones con la misma combinación que la primera apuesta automática que le dije que me hiciera.

Fris-Fros!!.

Calculé que si mi interpretación del sueño era correcta, podría llevarme 40000 pavitos, y además en efectivo si lo iba cobrando de 1000 en 1000, en sitios distintos durante unas semanas.

Fris-Fros!!.

A los pocos días se celebra el sorteo del euromillones y yo todo ilusionado veo que…. ¡nada!.

¿Pero como podía ser?

¡Nada!

Aquel día sufrí un arrugamiento de cara bastante considerable.

¿Había fallado el sueño?

¡Porras!.

Tras pensarlo bien, consideré que tal vez, en esta ocasión el sueño sufriría una desviación y en vez de acertar en el primer sorteo que tenía por delante, a lo mejor acertaba al segundo o al tercero.

Claro que, acababa de perder 500 pavitos, por eso, continué haciendo apuestas mínimas, sólo una apuesta automática, hasta que tres meses y medio después del sueño, tuve un premio de 4+2.

Exactamente fueron 250 pavitos, el sueño acertó, pero claro, no me valió para nada y no lo pude exprimir, hubiera sido muy diferente si se hubiera ceñido a la pauta de los dos anteriores, cuando el premio lo recibía justo en el primer sorteo más cercano en el tiempo.

.

En 2012, tuve un sueño que todavía está pendiente de cumplirse.

En el sueño, el dueno de un videoclub me entregaba un cheque, ojo, no un billete, un cheque de 500 millones de pavitos.

Cuando me desperté se me iluminó mucho la carita, esta fue otra de esas veces que pensé que me haría millonario.

¡Madre mía!, según mi interpretación y mi experiencia con las otras dos ocasiones, esto significaba que tenía que ganar un premio de nueve cifras, tal vez 100 millones de pavitos, tal vez algo más.

Con este dato en la mano, ya sabía a donde apuntar, al euromillones.

Fris-fros!!

Esto si que iba a ser un mega golpe, claro que…. ¿donde había un videoclub que hiciera apuestas de euromillones?

Boh!!

De aquellas todavía vivía en esa ciudad de la muralla romana y sólo encontré un videoclub en toda la ciudad, uno de tamaño muy reducido, entré, pero nada, no hacían apuestas de euromillones ni nada de eso.

Hasta donde alcanzaba mi conocimiento sólo los bares, alguna tienda de 24 horas y los establecimientos de lotería tradicionales vendían lotería de euromillones que era lo que me interesaba.

Durante 4 años, hasta marzo del 2016, tuve este sueño medio olvidado.

Un buen día, voy caminando por esta ciudad fundada por los romanos, cuando al pasar por una calle llamada San Roque, más o menos por la mitad, encontré una tienda de 24 horas, con un cartel fuera que hacía alusión a la lotería.

Entré por curiosidad y cual no sería mi sorpresa cuando veo:

1. tienen una máquina con la que sellan loterías y toda la parafernalia asociada, boletos, los botes y demás.

2. Justo detrás de esa máquina una pila de dvds o similares, en estuches de plástico amarillos, flanqueados a derecha e izquierda por una pila de botella de alcohol.

Resulta que en esa tienda de 24 horas, tenían y siguen teniendo lotería, alquilan películas y otras muchas cosas.

¡Era la tienda del sueño!

Yo buscando un videoclub y tu mira.

Hice una automática del euromillones instantáneamente.

Me puse hasta nervioso, recuerdo que al salir y cruzar la acera, metí la apuesta en el bolsillo trasero del pantalón y me voló la apuesta.

¡Que mal lo pasé!, conseguí recuperarla debajo de un coche aparcado.

La guardé en un lugar más seguro y con cuidadín, el bolsillo delantero derecho.

Y...¡nada!.

Claro que, no había un bote de 9 cifras, sería por eso, en el sueño eran 9 cifras (cheque de 500 millones).

Hoy en día, cinco años y medio más tarde y tras unos cuantos sorteos de 9 cifras a las espaldas, el dichoso sueño sigue sin cumplirse.

Las únicas automáticas que hago ahora son esas, euromillones en esa tienda 24 horas que sigue teniendo alquiler de películas, y sólo con botes de 9 cifras.

El día 24 de este bendito mes de Septiembre me parece que toca otro bote de esos, ¡130 millones!.

Fris-Fros!!!

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