Caixabank quiere librarse de sus participaciones industriales y, de paso, hacer algo de caja que, probablemente, empleará para financiar alguna operación presente o futura. Pero, ¿existe alguna otra motivación más allá de la obvia?
Motivación de la operación
1.- Obtener capital que sirva para fortalecer su posición financiera y, en caso necesario, pueda servir para financiar una operación de adquisición.
2.- Vender activos que no se consideran estratégicos, centrándose en aquéllo que sí se considera estratégico.
3.- Vender algo con valoraciones elevadas al considerar un potencial limitado, eliminando cierto nivel de riesgo.
4.- Eliminar la penalización en el capital de participaciones industriales por la nuevas regulaciones, incluida Basilea III. Basilea III considera las participaciones industriales dentro del grupo de Activos Ponderados de Riesgo, bajando los ratios de las entidades financieras y consumiendo capital (necesitan más capital para mantener los ratios en los niveles exigidos). Vendiendo estas participaciones se reduce las exigencias de capital y la penalización. La venta previa de Repsol al nuevo Holding de participaciones industriales, previo a la colocación, podría responder a este motivo.
Desde mi punto de vista, la motivación uno y cuatro serían las más importantes para vender este tipo de participaciones. ¿Podría hacerlo por separado a precios de mercado? Posiblemente, aunque le llevaría más tiempo y esfuerzo.
Es importante no perder de vista el contexto histórico en el que se ha movido la Directiva de Caixabank que defendía su vocación por mantener participaciones industriales hasta hace no tanto tiempo. Ahora nos venden la idea de que siempre había tenido intención de colocar estas participaciones en el mercado a través de una OPV.
Y, desde nuestro punto de vista, ¿qué debemos considerar?
Más allá del PER, precio, dividendos y otros indicadores deberíamos preguntarnos si nuestro enfoque de inversión es especulativo, orientado a negocio o dirigido a fondos. Tras responder a esta pregunta, estaremos en condiciones de analizar la conveniencia o no de acudir a la OPV una vez se presente.
a) Especulativo
Este enfoque se centra en el precio a pagar. Debemos valorar todas las participaciones industriales (Abertis, Gas Natural, Suez...) a precios de mercado y verificar si el precio a pagar en la OPV se encuentra por encima o por debajo de la cifra calculada. Hemos de considerar que pueden existir algunas participaciones que no coticen y, por tanto, de difícil valoración.
a.1) Precio OPV > Valoración de mercado de participaciones
En este caso estaremos pagando un sobreprecio y no tendría sentido la adquisición.
a.2) Precio OPV < Valoración de mercado de participaciones
En este caso deberemos considerar la diferencia teniendo en cuenta la volatilidad de la bolsa y su tendencia a corto, ya que pudiera suceder que la diferencia sea tan pequeña que el riesgo asumido de caída de las cotizaciones, desde la toma de decisión hasta que ésta se hace efectiva y disponemos de las acciones, sea inaceptable.
En algún momento venderemos embolsándonos la diferencia.
b) Orientado a negocio
En sí mismo éste no es un negocio al uso. Me explico. Esta empresa se dedica a comprar y vender participaciones de otras empresas. Debemos tener en cuenta que dicha gestión tiene unos gastos (empleados, equipamiento...) y que estos gastos deben ser deducidos de los beneficios obtenidos por las empresas en las que se invierte.
Por tanto, si queremos invertir en negocios mediante un estudio detallado de los mismos y no delegar en otros para la toma de estas decisiones, ésta no es nuestra OPV.
c) Dirigido a fondos
Si nuestro enfoque es invertir en fondos, quizás podríamos considerar esta inversión aunque tiene más contras que pros en mi opinión.
Como los fondos, su negocio se fundamenta en la inversión en otras empresas. Hay gestores, los empleados de este negocio, que toman decisiones de compra y venta cobrando sueldos y existen gastos asociados a esta actividad.
Al contrario que los fondos de inversión, no existen ventajas fiscales.
Por último, ¿confiamos en el criterio de estos gestores? ¿es una gestión activa o pasiva? ¿tenemos algún control sobre el tipo de negocio o el perfil de las inversiones?
Como ya he anticipado, considero que no es interesante desde esta última perspectiva ya que existen otras alternativas mucho más claras.