No sé si algún rankiano ha tenido la experiencia de ir pensando en algo mientras conduce y de pronto al parpadear y volver a la realidad se da cuenta que ha pasado una cuadra completa en
. Esto se conoce como
y son acciones que nuestro cerebro automatiza, como escribir sin ver el teclado o hacer los cambios en el coche sin ir pensando en qué velocidad vamos. El problema de estos scripts, como ya he mencionado en
, es que en situaciones complejas perdemos de vista detalles mínimos que cambian por completo el panorama y pueden ocasionar una catástrofe.
Correr en piloto automático y pensar que solo debemos ir levantando las piernas, es obviar y omitir las alteraciones que van surgiendo en el camino, esto puede llevar a tropezones, esguinces o inclusive a perder totalmente el rumbo de la carrera.
Al igual que el pobre japonés que perdió la brújula y con ello el maratón, nosotros podemos perder mucho dinero si dejamos nuestras inversiones en auto-pilot y nos olvidamos de ellas sin realizar una gestión activa[3] del portafolio. Debemos revisar periódicamente la validez de nuestros análisis y sistemas para detectar fallas o cambios inesperados en el mercado en general, porque en la ruta siempre aparecerán baches que nadie tenía contemplados. No porque compremos sólo bluechips significa que podemos olvidarnos de ellas, recordemos que muchas bluechips han quebrado y todavía meses o mes antes de sus desplomes tenían calificaciones crediticias excelentes y buenos ratios financieros. No digo que sea lo usual, pero es mejor estar siempre alertas.
En estas últimas semanas que el frío no ha tenido compasión de mi por las mañanas que salgo a correr, dos ideas siempre cruzan mi mente. La primera surge cuando suena el despertador y me convenzo muy fácilmente a mi mismo de que no debería salir ese día porque con el frío endiablado puedo enfermarme y que mejor correré por la tarde. Al llegar la tarde me vuelo a convencer aún más fácilmente de que mejor correré mañana el doble de tiempo y así recupero lo perdido. El problema es que en el ejercicio no sirve si un día hacéis el doble o el triple, la cuestión es
constancia. En las inversiones sucede algo similar o al menos a mi me ha sucedido, porque cuando pierdo dinero y vuelvo a entrar al mercado, entro pensando inconscientemente en la pérdida anterior y anclo mi pensamiento para querer recuperar esa pérdida con la nueva operación, pero la verdad es que la situación no debe de ser así, porque esto ocasiona que subamos mucho (
o viceversa) las expectativas. Desde mi perspectiva, no debemos entrar al mercado queriendo recuperar la pérdida de ayer o de anteayer o del año pasado, uno entra para ganar lo que el mercado dé y punto, lo pasado pasado y aprendemos. Si fue mas o menos no importa. El resultado de una operación pasada no debería determinar la siguiente operación.
Planear que voy a correr mejor en la tarde y después que mejor al otro día, son sólo planes que no sirven de nada si no los ponemos en práctica. Algo similar pasa cuando sacamos cuentas sobre los fabulosos rendimientos mensuales que podríamos tener y que al final del año ya duplicamos la cuenta. El pensar así sólo esconde los riesgos reales y nos hace olvidar que también puede haber pérdidas, por más que el backtest diga otra cosa. En otras palabras sobrestimamos nuestras estrategias y No nos preparamos para los muy posibles escenarios negativos y cuando éstos llegan no tenemos un plan B y ni p#&$ idea de qué necesitamos hacer para salir del atolladero. Todo iba muy bien hasta que se derrumbó el castillo en el aire, por eso es necesario tener varios sistemas y complementarlos dependiendo la situación del Mercado.
La segunda idea no tiene nada que ver, simplemente me pregunto qué demonios hago aquí corriendo tan temprano que ni siquiera San Pedro se ha encendido las luces del cielo, cuando bien podría estar dentro de mi cama bien abrigado y roncando a placer.
Administración de energías
Aunque un maratón es sobre resistencia, también influye mucho la manera en que administremos nuestras energías, ya que de ella dependerá mucho nuestro resultado final. Uno no empieza corriendo al máximo ni tampoco lo más lento posible. Dependiendo de las pendientes de la ruta y de cómo se va sintiendo en el camino es a como vamos subiendo o bajando el acelerador. En las inversiones esto se podría conocer como el
Kelly Criterion, y es precisamente un tipo de fórmula para
maximizar los beneficios y minimizar las pérdidas dependiendo de la esperanza matemática de cada evento, es decir, poner mas dinero en las operaciones que tienen mas probabilidades de ganar y menos en el resto, una simple administración de los
risk/reward. Claro, cada estrategia e instrumento tendrá distintas distribuciones y por lo tanto cada uno deberá tener una fórmula diferente.
Sin la adecuada gestión de nuestro capital frente a pérdidas y ganancias, es posible que duremos mucho tiempo con rendimientos positivos, como también es posible que alguien pueda terminar un maratón corriendo siempre al mismo ritmo, pero la cuestión aquí no va de simplemente terminar o ganar dinero sino de lograr una buena marca o rendimientos por arriba del promedio.
Dentro de este mismo punto quiero agregar que así como es recomendable descansar algunos días después del maratón, también es recomendable descansar de los mercados de vez en cuando. Entre mas tiempo estemos entrando y saliendo del mercado mas probabilidad de perder dinero tendremos. Como decía el ex-rankiano Margrave no debemos de ser jornaleros con respeto a todos aquellos que lo son.
El poder de la mente
Ya se ha hablado mucho de la Mentalidad y la Psicología del Inversor. No creo aportar mucho en este sentido pero aún así haré el intento.
Al principio mencioné la preparación mental y es que aunque el maratón es una prueba física, la mente juega un papel primordial que describiré así: tenacidad y no sucumbir ante la agonía. A principios de este mes pasé la pared de los 30km y tal y como me avisaron, lo difícil no es llegar a ese punto sino seguir adelante y no parar. Aquí es donde muchos comienzan a desertar, pero no tanto por la falta de capacidad física sino porque el dolor y cansancio les ganan, prefieren dejar de sufrir y salir. Es aquí donde la mente nos puede jugar trucos, pero es algo similar a cuando vamos al oculista y nos apuntan con una luz directa al ojo, el cerebro automáticamente lo cierra pero nosotros damos la orden de que se abra, la mente le ordena al cuerpo y al instinto, y no al revés. Esto es lo que debemos de recordar, debemos recordar cuál es nuestro objetivo y acatar el plan.
En las inversiones es exactamente igual. Muchas veces nuestro instinto es cerrar la operación cuando vamos perdiendo o cuando comienza a ganar un poco queremos asegurar, queremos terminar con la agonía. Si desde el principio teníamos un plan y una estrategia, debemos confiar en ella, no solo por disciplina sino porque será la única manera de saber si el sistema funciona. No podemos dejar que la angustia nuble nuestro razonamiento, porque en situaciones complejas nuestro instinto y sentimientos no son buenos guías. El deseo de minimizar las pérdidas conduce a las personas a tomar malas decisiones, olvidarse de los riesgos y sobrestimar el éxito.
Las inversiones son maratones no los 100 metros planos
NOTAS:
[1]El post lo publiqué originalmente en Noviembre de 2011 por eso el desfase de fechas.
[2]Reebok tomó su nombre del Pelea capreolus, un antílope pequeño del sur de África.
[3]El comentario va dirigido a portafolios de acciones (stok-picking), pero incluso un portafolio estilo Bogle, necesita de una gestión activa. Esto no sognifica estar ntrando y saliendo según los humores del mercado; significa rebalanceo periódico, reinversión, ahorro y modificar la asignación de activos dependiendo de la cercanía de nuestro horizonte.