Veamos, se trata de una empresa que claramente domina un mercado, presta unos servicios indeterminados a unos clientes que lo son obligatoriamente, es decir un monopolio por la fuerza. Los clientes solo tienen dos opciones: la pertenencia obediente o la huida, si pueden.
Los precios podrían ser infinitos pero la optimización de los ingresos hace que la carga fiscal suela mantenerse en el nivel de máxima recaudación.
Las barreras de entrada para los competidores son insalvables, se trata de un mercado acotado a un territorio por fronteras y defendido militarmente. Ningún otro Estado puede ofertar ahí servicios.
Los flujos de caja están garantizados por la imposición y la expropiación, además del monopolio de la emisión de moneda y de la manipulación de su precio.
Para lo cual se cuenta con un nutrido ejercito de legisladores, gobernantes, sindicalistas, burócratas, inspectores de hacienda, trabajo, sanidad, educación…, policías, fiscales, jueces, carceleros, soldados… y otros entes paraestatales parasitarios que conforman la casta hegemónica que se asegura la prosperidad de la propia empresa, sus trabajadores y allegados.
Para que el entramado se sostenga en el tiempo se arbitra un sistema democrático de mayorías, estrictamente suficientes, que obtengan del régimen rentas netas positivas parasitando al resto. Si la mayoría es excesiva el volumen de lo parasitable se aminora y eso no interesa.
Si invertimos en las acciones de esta empresa estamos confiando en que la amenaza de violencia futura o la violencia misma siga produciendo beneficios.
Pero no, no podemos comprar acciones de esta empresa.
Es peor, podemos comprar deuda pública, obligaciones de pago de generaciones de clientes futuros que aún no han nacido, destinados a la esclavitud a tiempo parcial.
Nadie compraría bonos corporativos de una empresa así.
Y nosotros estamos preocupados por la responsabilidad y el compromiso ético de las empresas, las de verdad, las que tienen clientes y proveedores voluntarios intercambiando bienes y servicios.
Estoy totalmente de acuerdo. Hace tiempo que pienso que el estado debería tener prohibido por ley (poniéndolo en la constitución) endeudarse. Solo en casos extremos como catastrofe natural o guerra debería poder hacerlo. De hecho si no recuerdo mal, la primera vez que un país empezó a emitir bonos, fue EEUU para la primera guerra mundial.
En respuesta a da ca co
¿ehhhhh?
Pero, pero y más pero. Si ningún estado se endeudara nadie podría ahorrar nada, es como si ningún banco del mundo a partir de ahora prestara ni un céntimo a nadie nunca más.
Si el estado Español por ejemplo no se hubiera endeudado como lo hizo entre 2008 y la actualidad a lo mejor ni usted ni yo podríamos andar por las calles en estos momentos, ojo.
Además, el Estado tiene unas funciones que no tiene la empresa privada, tendrá que funcionar de la manera más eficiente posible y todo eso, tener un nivel de deuda más o menos sostenible, garantizar cierta seguridad y hacer que se cumplan las leyes.
El país de los Mandones está mucho más endeudado que la mayoría de países del mundo, Argentina por ejemplo tiene una deuda infinitamente más pequeña, el problema no es la deuda, el problema es la confianza que se tiene en que un estado devuelva la deuda o no lo haga.
En argentina sólo confían los ingenuos, en el país de los Mandones confía casi todo el planeta, ellos pagan, aunque sea con dólares devaluados.
Me estoy acordando de lo que dijo un economista famoso, era algo así:
"Lo que los políticos y la gente no entiende es que tu deuda es mi ingreso y mi ingreso es tu deuda."
Fiu!!, iba a decir una cosa y me he "embalao", no tengo remedio!.
En respuesta a el Pavito
Si la deuda la emplearán bien, podría justificar cierto nivel de deuda admisible, pero usar la deuda para llegar a final de año es como la gente que tira de tarjeta para la compra semanal en el carrefour y llegar a final de mes. La deuda ha de ser para grandes proyectos, comprar un coche, una casa... no para pagar sueldos de funcionarios o pensiones.
Aun más imaginemos que un país llega a sú límite de deuda, 35% de sus ingresos por ejemplo, si luego ocurre algo gordo que realmente requiera deuda, por ejemplo por un gran terremoto, o una guerra, ¿de donde saca el dinero si la gente dudase de que esa nueva deuda la va a poder devolver?
Por supuesto no estoy teniendo en cuenta la capacidad ahora infinita que tiene el BC para imprimir billetes del monopoly, pero eso daría para otra discusión.
En respuesta a da ca co
Eso ya es otra historia, lo de emplear la deuda correctamente.
Estamos votando por encima de nuestras posibilidades
No, porque no me fio del CEO y del resto del consejo de administración; además, los accionistas sólo quieren de CEO al que les vende más humo.