No es nada nuevo decir que el mundo de la inversión y el trading no es fácil. No sólo por la necesidad de aprender y formarse continuamente y la complejidad de algunos conceptos, sino por el aspecto psicológico. Una parte muy importante del trading es la formación, entender qué significa cada figura técnica, interpretar las señales, conocer el funcionamiento de los diferentes activos subyacentes, etc. Todo esto es un básico y nadie debería invertir sin tener las nociones mínimas de inversión para participar en los mercados, pero eso no es todo. La psicología es lo que determina muchas veces nuestros resultados, y por tanto no podemos pasarlo por alto. Veámoslo con un pequeño ejemplo inventado.
Imaginemos que vamos largos en dólares americanos con un stop loss un 5% por debajo del precio al que hemos comprado. A las 15:30 va a haber noticias del Banco Central Europeo que anuncia por sorpresa que los tipos de interés en la Zona Euro van a subir, con la consiguiente subida del euro y bajada del dólar. El stop está a punto de saltar, pero te parece que la reacción del mercado es exagerada y que pronto rebotará el dólar, así que bajas el stop loss. Cuando el dólar ya está cayendo el 10% piensas que la caída del dolar no tiene sentido, por lo que vuelves a bajar el stop losss, y el resto es historia.
Esto es algo que se ve mucho mejor con la inversión en Bolsa. Muchos traders se convierten en inversores a largo plazo de la noche a la mañana cuando, tras comprar acciones de empresas en Bolsa, éstas comienzan a bajar y no se atreven a cerrar una posición que es a todas luces equivocada. El resultado final suele ser catastrófico.
Salta a la vista que la psicología es esencial para, como mínimo, no cometer grandes errores de formas, que no tengamos pérdidas importantes y, por supuesto, para poder tener éxito y ganar dinero. La psicología para el trading también se puede aprender, pero depende mucho de uno mismo desarrollar las capacidades necesarias. Por mucho que alguien te diga que si pones un stop loss tienes que mantenerlo aunque llegue al precio establecido, eres tú mismo el que va a estar delante del ordenador y el que tiene que tener la tranquilidad suficiente para dejar que la orden de venta se ejecute, por mucho que te duela. Está bien oir las opiniones de otros inversores, pero no nos podemos dejar influir. De lo contrario, puedes olvidarte de ganar con el trading pues, un aspecto clave es saber detener las pérdidas a tiempo. Cuando esto esté controlado, ya podremos pasar a ver cómo ganar.
