No tengo nada personal en contra de ninguna compañía, no digo que haya que olvidarse de los chicharros o los valores bajistas para siempre. Pues este es otro error que también he cometido. Sentir predilección o aversión por las acciones de una compañía en concreto, me llevó a intentar comprar una y otra vez los títulos de mi empresa favorita con la más mínima excusa y a no comprar los de la compañía “mala” aunque su aspecto técnico mejoraba y diese una clara señal de compra. El resultado era evidente, la “buena” no siempre subía, mientras me perdía la tendencia alcista de la “mala”.
Entonces ¿cuándo se puede comprar uno de estos valores? Pues únicamente cuando cumpla las normas (argumentos racionales) de nuestro método de inversión, que ha de ser lógico, probado y tener esperanza matemática positiva, ya sea por análisis fundamental o por análisis técnico.
Si los chicharros no han sido buena elección para mantener en cartera, pudiera parecer que son una buena elección para hacer scalping. Pero para este tipo de operativa son mucho más adecuados las divisas (forex) o los futuros, por su mayor liquidez, menores costes y mayor número de oportunidades. Sin embargo en algunos foros de traders, unos se animan a otros bajo la euforia del momento de los vertiginosos movimientos en los chicharros, los frenéticos movimientos en un sentido y otro hacen subir la adrenalina de aquel que pone en riesgo su dinero. Operando por intuición y atropelladamente las ganancias no serán la tónica general, ni tampoco serán constantes en el tiempo, los que ya lo hemos intentado podemos afirmarlo.
Sin embargo en las consultas a profesionales no paran de pedir opinión y consejo a analistas e inversores de prestigio para comprar chicharros y valores que son tremendamente bajistas. Y la respuesta siempre es la misma: “no se lo recomiendo, pero si está decidido a probar suerte debería usar una parte muy pequeña de su capital, siendo consciente de que probablemente perderá su dinero”. Pero esta respuesta no gusta, porque implica que aunque ganase un 100 %, será el doble de poco dinero, perdiendo la operación todo su atractivo. Así que volverá a preguntar lo mismo a otros hasta que alguien le anime a hacerlo.
Yo prefiero rentabilizar mis ahorros de la mejor forma posible acorde a mi personalidad, siendo consciente de que es imprescindible tener las pérdidas bajo control. Lo que es muy distinto de intentar sacar el máximo beneficio en el mínimo tiempo posible y sin perder nada. Esta segunda forma de actuar añade mucho contenido emocional a la toma de decisiones: impaciencia, avaricia, miedo, lo que termina contaminando el buen juicio y llevando a la toma de malas decisiones.
No se complique la vida, no asuma riesgos innecesarios, invierta de forma tranquila, en valores tremendamente alcistas (que los hay en todos los mercados), con las probabilidades a favor, detectando el inicio de una tendencia para comprar, vigilando su final para vender y así no quedar atrapado en la corrección. El estudio de la sucesión de los máximos y mínimos del gráfico no es una estrategia de inversión en sí misma, ni es infalible, pero es lo más básico y por tanto lo más importante a la hora de invertir usando análisis técnico profesional.
Como ejemplo, no por ser un chicharro, sino porque presenta tanto tendencias alcistas como bajistas de corto plazo, muestro este gráfico donde se indica el seguimiento de máximos y mínimos.
Gráfico ajustado por dividendos, de velas japonesas semanales con escala lineal.
