Todos los inversores, desde los más novatos que apenas se están iniciando en los mercados, así como los más avanzados, han de seguir una serie de pautas a la hora de valorar un bróker para invertir en acciones, ya que su capital no sólo debe estar allí donde puede obtener una mayor rentabilidad, sino también hacerlo a través del intermediario idóneo.
Por ejemplo, el primer filtro que ha de aplicar todo inversor en acciones, es verificar si el bróker que está observando está regulado correctamente.
No sólo se hace necesario leer la información que sobre este aspecto aporta el mismo bróker, sino que además se ha de verificar que esa información sea verdadera. ¿Cómo se hace esto? Simplemente yendo a la página del regulador oficial del mercado (por ejemplo, CNMV en España) y comprobar que dicha entidad efectivamente está regulada en dicho país.
Luego, por supuesto, el que una entidad esté regulada en un país con instituciones y legislación sólida, siempre es un plus a considerar. Por ejemplo, hay países donde hay fondos de garantías de depósitos de mayor magnitud que en otros.
El segundo aspecto que debe valorar un inversor en acciones son las comisiones. Por supuesto que en principio menos es más, pero recuerde que cuando un bróker señala que a través de ellos puede operar gratis, eso no es cierto, ya que se cobran su comisión aplicándola en el diferencia entre el bid y el ask.
Así, si el precio de compra en un mercado es 10,15 € y el de venta es 10,45 €, es muy probable que su bróker «gratuito» se esté quedando con, por ejemplo, 0,20 €, o nada menos que una comisión del 2%.
Sea precavido y piense que si un bróker es gratis, es porque el producto es usted y suele ser muy caro en la realidad. A veces es mejor pagar una comisión explícita y clara a un precio razonable.
En tercer lugar, un inversor que busca un bróker para invertir en acciones, tiene que valorar la tecnología y la capacidad de ejecución de la entidad que está analizando. Es importante que el bróker cuente con reputación en el mercado, que ejecute las operaciones contra el mercado y no contra su propio libro y que la tecnología que pone a disposición del cliente sea estable y robusta.
En este sentido, suele ser preferible una tecnología propia desarrollada durante años, que una tecnología prestada o de marca blanca, como suele ser habitual en muchas entidades.
En cuarto lugar, el inversor debe valorar la calidad de la atención al cliente. No es que tenga que elegir los que sean más simpáticos, sino los que tienen un método claro y sistemático de atención a los clientes, fácil contacto y con un robusto sistema de seguimiento de casos y reclamaciones.
En quinto lugar, es importante verificar que el cliente está operando en el mercado y no contra un market maker (el propio libro de órdenes del bróker). Esto es así porque un intermediario que le da acceso al mercado, no tiene incentivos contradictorios, mientras que un bróker que hace de market marker, tiene el incentivo negativo de que su pérdida en la ganancia de ellos.
Y en sexto y último lugar, recuerde que a la hora de invertir, incluso antes de tener un bróker para invertir en acciones, es importante contar con la formación y conocimientos necesarios. No crea que pueda tener un conocimiento suficiente en sólo 2 meses leyendo algunos libros y atendiendo algunos cursos. Esta es una carrera como cualquier otra y acumular conocimiento y experiencia sobre esos conocimientos conlleva bastante tiempo. Así que el mejor consejo es que sea paciente y opere con cautela hasta que gane experiencia.
