El coaching es una acción directa sobre las personas que forman una empresa y que a su vez son los responsables de la competitividad empresarial, para que logren sus objetivos, superando sus limitaciones y potenciando sus fortalezas, consiguiendo de este modo la eficacia en los resultados y /o la mejora estructural de las empresas.
Es un proceso que llega a España en los años 90, pero que dada la reciente situación actual de crisis y la inseguridad empresarial, se ha ido fortaleciendo y estableciéndose en nuestro país con más fuerza.
Cada vez es más importante, tanto para las grandes empresas como para las Pymes, saber reinventarse y sacar el máximo rendimiento de su estructura organizacional, así como ampliar su perspectiva y visión empresarial.
En cada proceso de coaching se hace un análisis de la situación actual de la empresa, se establecen unos objetivos o metas a alcanzar, se elabora un plan de acción medible y se genera un compromiso para alcanzar las metas fijadas.
El coach acompaña durante todo este proceso, planteándonos preguntas y rompiendo nuestras creencias y nuestros límites y haciendo que nos planteemos las cosas desde otras perspectivas.
Últimamente me han preguntado cuales son, según mi opinión, los principales motivos por los que las empresas recurren a la ayudad de un coach.
Pues bien, en mi opinión, los principales motivos coinciden, en su mayor parte, con aquellas razones que hacen que un elevado porcentaje de pequeñas empresas fracasen, operaciones ineficientes, sobreexpansión, autosabotaje, mercado rentable, etc.
Un Coach puede hacer entender a los empresarios los obstáculos, dificultades y desafíos a los que se enfrenta, y darles tiempo para que elaboren y ejecuten un plan de acción que les ayude tanto a corregir las desviaciones que se han producido, como a evitar posibles problemas futuros que puedan plantearse, o en todo caso, estar preparados para afrontarlos y ponerles solución antes de que el problema arrastre al fracaso a nuestra empresa o negocio.
