Desde el principio de la caída por el Covid, se empezó a dibujar una
estrategia de gran efectividad en el corto plazo, las inversiones
cada quince días podían producir altos porcentajes de ganancias si
se salía a tiempo de cada cresta de la ola que prácticamente se
dibujaban cada pocas semanas en la mayoría de los activos, para
poder subirse otra vez al carro tras la evidente corrección en poco
tiempo y volver a repetir el ciclo. Esta fórmula en un entorno de
tanta volatilidad permitía abrir y cerrar operaciones cada quince
días consiguiendo buenos resultados durante prácticamente todo el
año e incluso enero y febrero de este año. Fueron meses donde a veces parece que
incluso no hacía falta ni prestar mucha atención donde se invertía
o que productos se compraban, la volatilidad se extendía a casi
todas las bolsas o activos, claro está, con algunas excepciones.
En marzo comenzó un
cambio, algunos le llamaron la gran rotación o la incipiente
corrección o no se cuantas cosas se han utilizado para definirlo,
pero la realidad es que la volatilidad en el corto plazo a disminuido
a tal punto que entrar y salir dejó de ser estrategia válida, ya
que ni las crecidas eran tan rápidas ni las caídas te permitían
volver a encontrar un buen punto de entrada respecto a la ola
anterior.
Durante estos tres
meses he empezado a dibujar una estrategia sin plazo, manteniendo e
incluso asumiendo que el ritmo de beneficios tardaran en producirse.
La selección de “productos” a elegir ha necesitado de mucho más
trabajo ya que se han establecido unos patrones bastante bien
definidos por sectores durante los últimos meses, aunque por el
camino han habido muchos cambios de tendencia en algunos sectores.
Todavía es una incógnita lo que ocurrirá los próximos meses, pero ahora lo más
importante es ver en que se invierte y no tanta la atención sobre la
volatilidad para la toma de decisiones.
Mis apuestas por
sectores para los próximos meses ha sido estudiada y ejecutada de acuerdo a las
gráficas de algunas empresas en estos sectores y su presumible evolución el resto del año: Industria petrolera,
cannabis, industria aeronáutica y alguna SPAC relacionada con las
herramientas de inversión minorista, además de otros activos en menor medida en otros sectores, que equilibren y diversifiquen ante posibles cambios a corto plazo y que eviten la dependencia de una sola estrategia.