“Los inversores institucionales tienen una responsabilidad particular en lo que se refiere a mostrar el camino de futuro, sostenible y generador de riqueza, y abstenerse de participar en comportamientos dictados por movimientos a corto plazo en el precio de las acciones.” – Steve Denning
En un país donde reinan las políticas del miedo, las sonrisas de salón de fiesta y las frases de palabras vacías resulta complejo incidir en la importancia de los detalles y en la necesidad de levantar la cabeza e intentar mirar más allá.
Es difícil porque vivimos el momento. Pero es necesario hacerlo porque ese momento nos acerca, cada vez más, a un futuro antes pensado y ahora real.
En nuestro sector, el presente dicta y el futuro se menosprecia. Compramos por lo que dice el pasado, juzgamos por el presente de la inversión y prescindimos de cualquier valoración futura. Si es bueno y me rinde, lo tengo. Si no, prescindo. No vaya a ser que me pierda algo.
Hace unos meses tuve la oportunidad de encontrarme con un compañero de la Universidad. Después de los comunes intercambios y al ser consciente de la profesión que ejerzo, Expansión en mano, me pregunta: ¿Qué me recomiendas? ¿No te dedicas a esto? ¿Qué compro? Acto seguido, sin importar mi respuesta, incide ¿Sabes cuánto gané el año pasado?.
“Shareholder value is a goal, not a governance structure.” – Martin Wolff
Una razón a esta anestesia de la planificación y del asesoramiento la podemos encontrar en las propias empresas y en su empecinamiento por desviar la mirada del objetivo principal, sus clientes, y centrarlo en dar valor al accionista. Tanta obsesión hay por ésto que las operaciones de autocartera (recompra de acciones propias) tienen como objetivo complementar la retribución del accionista y aportar mayor liquidez a la acción. ¿Se imaginan ese dinero empleado en aportar valor? Esto es innovación o empleo por ejemplo.
Siguiendo con los ejemplos del artículo de ayer de Juan Carlos, comprobemos la evolución en bolsa de Santander e Inditex en los últimos 5 años para poder ver si el análisis es o no acertado. De este modo, la evolución del grupo bancario ha sido:
Fuente: http://www.infobolsa.es/cotizacion/grafico-santand...
Y la de Inditex:
Fuente: http://www.infobolsa.es/cotizacion/grafico-inditex
Está claro que los fundamentales de una empresa dicen mucho y son los que aportan recorrido a la cotización y valor al accionista.
Para no rehuir la responsabilidad, los propios actores del sector financiero hemos contribuido al desapego y a la búsqueda de la rentabilidad “cierta” e inmediata. Así, con indicaciones de riesgo como la que expreso a continuación es dirigidamente fácil moverse:
Me encanta el uso del adverbio “normalmente” para desviar la atención de la intencionalidad. Bendita gramática que a todo el mundo salva y exonera.
Si realmente queremos un cambio de modelo social y económico debemos hacer, todos, un verdadero ejercicio de re-educación. Tal y como decía al principio del post, debemos tener altura de miras y no ir al beneficio inmediato del corto plazo pues sólo alimentamos la creación de valor artificial y contribuimos y alimentamos al mercado especulativo. La búsqueda del retorno constante puede devenir en el punto de no retorno.
En último lugar, y en otro orden de cosas, seguimos perdiendo referentes: el pasado domingo 14 de septiembre nos dejó Isidro Álvarez, presidente del Grupo El Corte Inglés, quien revolucionó el sector comercial. El modelo que nos dejaron y que nos ha llevado a ser la sociedad que hoy somos pide su nueva evolución, ¿la lideramos?