Además de conseguir la fama con su apuesta contra la burbuja inmobiliaria, el inversor John Paulson es conocido por sus estrategias event-driven, que se aprovechan de las situaciones excepcionales que viven las empresas.
La firma Paulson & Co. analiza demandas judiciales, reestructuraciones empresariales, concursos de acreedores, conflictos de equipos directivos o spin-off para ejecutar las inversiones de sus hedge funds.
Pero una de sus especialidades son las fusiones y adquisiciones corporativas.
Rentabilizar una situación de estas características es lo que se llama arbitraje y se hace de la siguiente manera:
Inicialmente, desde el punto de vista de una adquisición, hay dos participantes:
- La empresa que compra (A)
- La empresa absorbida (B).
Se anuncia la operación y se le pone un precio, por ejemplo 15 euros por acción. A partir de este momento, la cotización de las acciones de la empresa B oscilarán alrededor de este punto de referencia.
Depende de las expectativas de éxito de la operación que este precio baje o se mantenga y se confirme.
El trabajo del equipo de Paulson es calcular las probabilidades de éxito de la transacción para comprar, i no, las acciones con descuento. El arbitraje es el proceso de beneficiarse de un error del sistema. En este caso, ganar el diferencial entre el punto de vista del mercado y el precio definitivo (15 euros).
En “The “Risk” in Risk Arbitrage” el mismo John Paulson nos cuenta que el “tiempo” o el “endeudamiento” son algunas de las variables imprescindibles para conocer las probabilidades de éxito de un proceso de adquisición.
Las operaciones corporativas que dependen de deuda externa, acuerdos estrictos o absorciones de empresas con pocos beneficios son algunas situaciones que considera peligrosas. Mientras que nos recomienda las transacciones sin condiciones iniciales y en sectores poco regulados.
La virtud de este modelo es su alta capacidad de réplica. Cualquier industria puede ser victima de cambios empresariales y, por esta regla de tres, cualquier compañía puede ser un objetivo para Paulson & Co.
LA CLAVE: INVERTIR EN UN MODELO DE ÉXITO
Los inicios de un inversor amateur son horribles.
¿Qué hay que buscar? ¿Dónde está la "X" que señala el tesoro escondido?
"You can be a stock market genius" de Joel Greenblatt y "The Manual of Ideas" de John Mihaljevic son algunos de los libros que se parecerían más a un mapa del tesoro.
Estas dos publicaciones explican los modelos de operaciones corporativas, que cualquier compañía puede sufrir por el mero hecho de existir, y son además las mismas situaciones que analizan los hedge funds etiquetados como event driven como los de Paulson & Co. o Third Pointde Dan Loeb.
Entender una operación corporativa da una ventaja competitiva esencial, que nos sitúa por encima de miles de analistas técnicos que no entienden los cambios súbitos que sufren sus gráficos.
Quedan mareados cuando una compañía se divide o se anuncia una adquisición y, cuando una empresa debuta en bolsa, después de un concurso de acreedores, no tienen ni historial de datos!
Fundamentalmente, a pesar de que cada modelo tiene sus propias variables y sus secretos, una vez se conocen se pueden replicar en todos los sectores industriales.
Con la crisis financiera, por ejemplo, se demostró que no solo los bancos rescatados fueron los que resucitaron con éxito. En otros sectores estratégicos se replicó un modelo parecido: en el del automóvil el protagonista fue General Motors, AIG en el sector de los seguros y, se espera que con los vendedores de hipotecas Freddie Mac i Fannie Mae suceda los mismo.
Los hedge funds estudiaron cada una de estas empresas a fondo, pero casi todos invirtieron en el mismo modelo.