Hay empresas que solo suben porque son la moda inversora del momento, sin ningún tipo de fundamento económico ni racional para hacerlo.
Decía Fisher en su libro, Acciones ordinarias, beneficios extraordinarios que en la bolsa hay modas y estilos como en la moda femenina. Y así es, no hay más que echar una ojeada por el panorama actual para observar como empresas con la misma situación financiera y las mismas perspectivas que hace 12 meses, incluso en muchos casos peores, han experimentado una espiral de optimismo y euforia que han elevado sus cotizaciones a dimensiones sobrenaturales.
No sé si existe una burbuja o no, ni sé, en caso de que exista si va a explotar ya o dentro de dos años.
Lo que sí que se, es que en el mercado como en la vida, hay que tomar decisiones racionales, dejando de lado todo el ruido al que estamos sometidos.
En definitiva, es posible que estas modas duren varios meses, incluso varios años, lo que está claro es que tú, como buen inversor “debes determinar cuáles son las tendencias fundamentales y cuales son modas pasajeras”.