Tampoco convendría echar las campanas al vuelo ya que todavía la destrucción de empresas está en niveles altos aunque, eso si, no tanto como hace casi dos años. La disminución de las empresas que han entrado en concurso de acreedores en España ha disminuido un 25% a cierre del tercer trimestre de 2014 respecto al segundo trimestre. Respecto al pico máximo del primer trimestre de 2013 este número se ha reducido en un 50,9%.
La plena normalidad económica en nuestro país no se producirá hasta que bajemos por debajo del umbral de las 500 quiebras trimestrales según el gráfico histórico.
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