Últimamente, algunos analistas han empezado a hablar de lo barata o cara que está la bolsa española. Para ello, se valen de indicadores de muy diverso pelaje, ya sean PERs, BPAs, Valor en libros, etc. La seguridad que estas cifras nos proporcionan parecen justificar, a priori, cualquier análisis. Sin embargo, pocas son las veces que el contexto es mencionado y ello es debido al éxito y favor del que goza el análisis técnico.
Pero hay errores que se pueden pagar muy caros y estos no los encontrarás, generalmente, en un libro de análisis técnico. Para ello, tendrás que recurrir al análisis fundamental. Este análisis, si es riguroso, debería valorar la inversión en una gran empresa teniendo en cuenta la macro ya que un entorno adverso puede ser igual de perjudicial para la cartera que la inversión únicamente basada en los números de una empresa, salvo en los momentos más bajos del ciclo.
La excepción a esta regla, por supuesto, no es otro que el trading especulativo puro que busca aprovechar los movimientos de valores a corto plazo entre resistencias, soportes, etc. y responde a la maximización del beneficio sin importar la causa del movimiento, que gozando de todo mi respeto, no mencionaré ya que no es objeto de este artículo.
En este punto, algunos ya habrán adivinado que el mayor riesgo al que se ve sometida una cartera de valores es la macro ya que ésta, generalmente, se comporta como un tsunami arrastrando todo a su paso. Yo, personalmente, no compraría una casa, por muy firmes que fueran sus cimientos, en una zona donde supiera que va a acontecer un tsunami. Aún así, soy consciente de que existe la posibilidad de que la fortaleza de la edificación resista el empuje de las olas pero el riesgo es demasiado elevado para compensar el posible beneficio. Es una cuestión de probabilidades.
Errores más comunes:
1º Ignorar la situación macroeconómica
Un contexto negativo representa un exposición adicional al riesgo ya que hará más difícil que la empresa en cuestión obtenga buenos resultados; y, aún obteniéndolos, su cotización podría verse arrastrada por el pesimismo reinante.
2º Trampa de valor
Esto sucede cuando nos centramos en los indicadores como el PER o el dividendo, que representan la imagen del pasado. Se ignora la evolución de la empresa, obviando temas tan importantes como los márgenes (si caen o no), las ventas, enajenación de activos (estratégicos o no, que pueden estar financiando el dividendo), precio de cotización (cuya caída puede provocar el aumento del PER y que, en realidad, no refleja que una empresa esta barata sino que sus beneficios caen y la empresa esta deteriorando su situación; deberíamos preguntarnos si el PER hubiera caído o no en caso de cotización constante)...
En realidad, se puede partir de una foto fija para un análisis pero siempre es mejor un vídeo o película que refleje la tendencia y evolución; en lugar del aquí y ahora, que puede llegar a confundirnos, es el de donde venimos y a donde vamos.
3º El tamaño no importa, lo que importa es la calidad
El detalle de resultados y beneficios es tanto o, yo diría, más importante que la propia cifra. Los resultados recurrentes son las cifras que debemos buscar ya que los extraordinarios se convierten, en muchas ocasiones, en el árbol que no nos deja ver el bosque.
Dentro de los resultados recurrentes, la comparativa y entender el por qué de un aumento o caída de los mismos son también otro aspecto a considerar. Los márgenes suelen ser otro indicativo de la rentabilidad de un negocio y una caída de los mismos sin que se vea compensada de otra forma, por ejemplo por un aumento importante de las ventas, puede ser una mala señal, salvo que tenga una explicación que pueda considerarse coyuntural y, por tanto, transitoria.
Conclusión
Seguramente, hay muchos otros aspectos que podría mencionar pero considero que los más importantes han quedado reflejados en este artículo.
Por último, no quisiera dejar de mencionar que esto no es aplicable a todas las estrategias bursátiles. Por ejemplo, si seguimos una estrategia de índice o una estrategia especulativa a corto plazo, quizás parte de lo mencionado pierda cierto grado de importancia ya que la situación macro o el análisis técnico puro (o combinado con otros aspectos) guiarán nuestros pasos. Sin embargo, es posible que, en una estrategia value, esto no sólo sea importante sino básico.