Poco ha tardado el BBVA en reaccionar a los últimos resultados publicados por la entidad. Angel Cano, el consejero delegado de la entidad bancaria hasta la fecha, ha sido sustituido en su cargo por Torres Vila.
Normalmente, un cambio de esta magnitud obedece a dos posibles razones:
1.- Sustitución de un consejero delegado que abandona una compañía.
2.- Un cambio en la Dirección que sirva de revulsivo para la mejora de una empresa.
En el primer caso, el cambio en una empresa cuyos resultados son positivos siempre genera cierta incertidumbre ante la posibilidad de que la situación se deteriore. Ello se traduce en caídas. Si, por el contrario, los resultados no llevaban una trayectoria positiva las caídas pueden convertirse en ascensos gracias al cambio.
En el segundo caso, el mercado suele conceder un margen de confianza al nuevo directivo que se traduce en una mejora de la cotización. No obstante, esto suele estar más claro cuando la cotización de la compañía donde se opera el cambio se encuentra muy deprimida. El perfil del sustituto suele ser un elemento muy importante a valorar.
Perfil de Angel Cano (Consejero delegado saliente)
Respecto al perfil de Angel Cano, se puede destacar su formación como economista con prácticamente toda una carrera profesional desarrollada en el BBVA. Me permito señalar el desempeño del cargo de Director de Recursos y Medios con responsabilidad sobre la Tecnología de todo el grupo durante un año, por lo que Digitalización y Tecnología tampoco le son ajenos, aunque su formación puede limitar un poco su total comprensión de ambos.
Perfil de Torres Vila (Consejero delegado entrante)
Perfil mixto con su formación científica, Ingeniería eléctrica y gestión por el MIT, y formación de letras, Derecho por la UNED. Destaca su paso por McKinsey & Company como socio entre 1990 y 2002, su desempeño como Director de Estrategia y Desarrollo en Endesa a las ordenes de Pizarro entre 2002 y 2007, y, finalmente, el desarrollo de su cargo como Director de Estrategia y Desarrollo Corporativo desde 2008 en BBVA. El mencionado puesto es abandonado hace poco más de un año para ocupar su nuevo cargo de Director de Banca Digital en la entidad bancaria.
Para mí, resulta evidente que la excusa de la banca digital no justifica la precipitada salida del Consejero Delegado Angel Cano, aunque es una opinión personal, como tampoco justificaría la sustitución de un alto cargo por otro de menor rango sólo por el hecho de un conocimiento específico. Normalmente, quién dirige se rodea de aquéllos que tienen las aptitudes necesarias para llevar el negocio a buen puerto pero no se sustituye al de mayor rango por no tener esos conocimientos. Puede ser una ventaja atesorar dichos conocimientos pero no es imprescindible. Si fuera preciso, ¿por qué no nombrar a un joven Consejero Delegado? Entienden la tecnología en modo nativo así que... Además, no es un Ingeniero de Informática sino un Ingeniero Eléctrico, con lo que la excusa de su conocimiento específico no parece del todo acertada ya que son áreas bien distintas aunque su Ingeniería haga uso de la primera.
De todas formas, me alegro de que, por fin, alguien con cierta formación técnica pueda alcanzar un puesto de este nivel en una entidad bancaria. Sólo la capacidad y las habilidades deberían limitar los puestos alcanzados, no la formación académica. No obstante, congratularme por este hecho depende, casi por completo, por la capacidad que demuestre este directivo para transformar los resultados. Ya que el motivo esgrimido, que no creído, era la transformación digital y el conocimiento en ese área, hubiera preferido una Ingeniería de Informática que permitiera entender a la competencia, como Google o Apple, y la tecnología digital.
Insisto en que mi única hipótesis es que la sustitución de Angel Cano responde a su desempeño poco satisfactorio actualmente e incluso puede que ya estuviera planificado, con el nombramiento de Carlos Vila como Director de Banca Digital con objeto de que adquiriese ciertas nociones en este área, y, sólo se ha precipitado la sustitución con motivo de los resultados.
Mi única preocupación se centra en la posibilidad de que su único enfoque sea la optimización mediante medios digitales y no el crecimiento. Por lo demás, confío en que el cambio pueda suponer una mejora sustancial en los resultados a medio/largo plazo aunque, como dije en mi anterior artículo, hay que demostrarlo con hechos y no sólo con palabras.