Azkoyen, expendedor de oportunidades

3 de octubre, 2013 4

“No hablaré mal de hombre alguno y de todos diré todo lo bueno que sepa.”El autor de esta frase, Benjamin Franklin (1706-1790), explicaba así el por qué de su éxito en el mundo de la diplomacia internacional. Founding father de los Estados Unidos, ejerció de hábil embajador en Francia y consiguió a su vez una notable influencia política en la joven democracia norteamericana que él mismo había ayudado a crear. Cuanta sabiduría y sentido común revelan las acertadas palabras de este gran estadista.

Es una lástima que la cita del gran B.Franklin, fruto de la experiencia en su trato con sus semejantes, no pueda ser asumida del todo por el inversor interesado en la selección de acciones infravaloradas. De todas las empresas siempre hay algo bueno que decir. Unas pueden gustarnos más que otras o despertar incluso nuestra simpatía. Sin embargo, invertimos para obtener un retorno de nuestro capital. Eso supone, por tanto, que el análisis debe ser lo más objetivo posible y realizarse de forma tal que los sentimientos y las emociones queden reducidas a un papel residual. Jamás nos cansaremos de insistir en este punto. Ver los aspectos positivos de cualquier compañía sin equilibrarlos con sus probables inconvenientes puede ser peligroso para nuestro bolsillo.

Azkoyen, AZK, plantea un interesante dilema entre lo positivo y lo negativo. Vilipendiada e ignorada durante cierto tiempo, muchos afirman sentirse decepcionados por la experiencia de haber sido sus accionistas. Se esperaba más de ella. Nosotros creemos ahora, en 2013, que quizá no sea un mal momento para darle una segunda oportunidad.

El negocio de Azkoyen. Dos momentos importantes

AZK es una multinacional con sede en Navarra que tiene tres líneas de negocio:

1.       Desarrollo de componentes tecnológicos para el control de pagos en máquinas automatizadas en varios segmentos, como el recreativo o las máquinas expendedoras.

2.       Diseño, fabricación y comercialización de máquinas expendedoras de tabaco, café y otras bebidas así como snacks a través de las marcas Azkoyen y Coffeetek.

3.       Sistemas de seguridad y de control de acceso a través, sobre todo, de una empresa alemana, Primion.

En el ejercicio 2008 adquirió dos compañías, Coffetek y el 77% de Primion, operación que supuso el desembolso de casi 41 millones de euros. La operación se financió con cargo a recursos ajenos, lo que conllevó la suscripción de un préstamo sindicado de 55 millones de euros. Como consecuencia de estas dos operaciones el endeudamiento del grupo aumentó sustancialmente así como la presencia de un abultado fondo de comercio entre sus activos no corrientes. Como todos sabemos el ejercicio 2008, y también 2009, no constituyeron un hito en los anales del crecimiento económico. Quizá no fuese el mejor momento para estas operaciones corporativas. Máxime implicando apalancamiento. Pero esto es sólo una suposición.

En el ejercicio 2010 AZK se deshizo de su negocio de café vendiéndoselo al Grupo Leche Pascual por unos 33 millones de euros. Los ejercicios 2009 y 2010 significaron un gran esfuerzo de la empresa para reducir su deuda. Ambos registran pérdidas y parece ser que no quedó más remedio que vender activos. En concreto, las pérdidas del 2010 se hallan un tanto camufladas por el resultado procedente de operaciones interrumpidas, que asciende a 14 millones de euros.

AZK afirma haber ganado unos 7.5 millones de euros entre el 2007 y el 2012. Nosotros creemos que puede que la empresa sí, pero el negocio no tanto. Descontados los ingresos no adscritos a su actividad empresarial nuestra opinión es que en este período AZK ha tenido unos beneficios menores cercanos a los 4 millones de euros. Pero insistimos en este punto: el negocio, no la empresa. El patrimonio neto de la compañía descontado el fondo de comercio se ha reducido, además, en un 20% desde el año 2007 pasando de 63 a 50 millones de euros.

Colillas en la acera

Una de las virtudes principales del value investing consiste en su enorme versatilidad. Un value investor puede ser W.Buffett, comprador de unos pocos negocios excelentes a precios razonables que no se venden casi nunca, o un Walter J. Schloss, adquirente de muchas empresas de muy diferente calidad a precios muy bajos en relación a su valor. Se pueden incluso combinar ambos aspectos, como B. Graham. Lo cierto es que las variantes son muchas pero los principios son los mismos: precio razonable o reducido en relación al valor probable, margen de seguridad cuantitativo y/o cualitativo y comportamiento racional durante la irracionalidad del mercado.

Muchos value investors han comenzado su actividad inversora con la llamada acción o empresa colilla, que es aquella cuya cotización está “tirada” en relación con algún o algunos aspectos fundamentales de la misma y que, por tanto, es apta para ser recogida sin demasiadas ceremonias y propinarle un par de caladas ya que estas serán gratis.

¿Es AZK una empresa colilla? Habrá quien piense incluso que sólo es un chicharro. Nuestra perspectiva es diferente. Para nosotros no se trata de una cuestión nominalista sino de precio. No creemos que AZK tenga un negocio impredecible como Nokia o Blackberry. Desde luego tampoco pensamos que estemos ante Coca-Cola. Nuestra impresión es más bien hallarnos ante una small cap que ha tenido, y aún tiene, problemas de deuda y que, además, ha sufrido los avatares de la última depresión de una manera significativa. En esencia, estamos ante una empresa normal con un negocio normal. Sin embargo, consideramos también que existe infravaloración con respecto a su valor. Y es en ese punto en el cual nos centramos.

¿Se ha quedado atascada la chocolatina?

En el próximo post pondremos en práctica la máxima de B. Franklin con la cual hemos comenzado hoy. El honorable estadista norteamericano no la usó para referirse a una sensata política de inversión sino para tratar con sus contemporáneos e influir, que no manipular, en sus opiniones.

Pero las personas no son acciones cotizadas. Éstas carecen de terminaciones nerviosas, sentimientos, emociones. Tan solo se trata de títulos representativos de una propiedad, de un negocio en marcha en el que, eso sí, hay un factor humano implicado. Veremos, pues, aquello de lo que podamos hablar bien y decir todo lo bueno que sepamos. A su lado expondremos, sin embargo, todo lo que no resulte tan halagüeño. Finalizaremos con otro post en el que examinaremos los criterios de infravaloración que estimamos relevantes porque al fin y al cabo si aspiramos a ganar dinero con AZK no podemos dejar que la chocolatina se quede atascada.

Hemos comprado AZK entre 1.4€ y 1.5€ y queremos no solo la chocolatina sino también el cambio.

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Usuarios a los que les gusta este artículo:

Este artículo tiene 4 comentarios
antiguo usuario
Hola Enrique.

En efecto, habrá dos post más sobre AZK.

Un saludo
David
03/10/2013 17:45
AZK, la eterna promesa.

He vuelto a revisar las cuentas la suelo mirar y no me dice mucho, me llama la atención el Fondo de Comercio tan elevado 50,4M. que pudiera distorsionar su balance. Por otra parte tiene buenos accionistas.
04/10/2013 17:00
antiguo usuario
Hola Asier.

Efectivamente, la eterna promesa. Hubiera podido ser un buen título para este post.

Hablaremos de ese fondo de comercio y otras cosas en los dos próximos post ya que, como bien dices, puede distorsionar el balance.

Vaya por delante que pensamos que la empresa presenta un interesante descuento y que sus perspectivas no nos parecen tan malas si bien es cierto que lo enfocaremos todo con cierta reserva.

Un saludo
David
04/10/2013 18:10
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