No hay nada peor que ponerse a trabajar en algo sin saber cuáles son los objetivos a alcanzar. Tampoco es posible trabajar con comodidad teniendo metas inalcanzables, o establecidas para revisar a varios meses vista. Con esos 2 planteamientos ni se puede tener una motivación prolongada en el tiempo ni se pueden experimentar recompensas positivas recurrentes.
Casi todos los puestos de trabajo de hoy en día exigen diferentes combinaciones de objetivos a conseguir. Lograr tal número de ventas, captar tal número de clientes, alcanzar tal nivel de calidad o productividad, etc.
El problema es que los objetivos que tienen los han determinado otra u otras personas.
Es decir, de inicio, mi mayor o menor estrés de este año va a depender de lo muy ambiciosos o poco ambiciosos que hayan sido los objetivos determinados por otra u otras personas. Esperemos que tuviesen un buen día cuando los fijaron…Adicionalmente, en las grandes organizaciones empresariales es difícil objetivar el buen trabajo o las buenas prácticas, y las valoraciones subjetivas que también pesan, responden a “política corporativa” (tomarte la cerveza de por la tarde con el jefe), y no a buen hacer.
Cuando alguien se plantea ganarse la vida mediante el trading o el swing trading ha de fijar sus propios objetivos sin que nadie le presione para aumentarlos en volumen, o a fijarle revisiones mensuales o semanales que presionen las tuercas. Tú eres tu propio jefe.
La presión por alcanzar unas rentabilidades mensuales, trimestrales o anuales es evidente, ya que se trata de la única fuente de ingresos (como cualquier autónomo, por otro lado), pero puestos a ello, y habiéndolo asumido, puede resultar un buen ejercicio fijarse diferentes niveles de objetivos que positivicen nuestro trabajo.
En mi caso, y basado en mi operativa, me fijo objetivos referentes a:
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Número máximo de operaciones diarias/semanales/mensuales fallidas: Es una forma de controlar la sobreoperación, y de no presionarme para lograr buenos resultados durante malas rachas. Trato así de quitarme la presión por ganar. Cumplir este objetivo día a día supone una recompensa para mí al significar que “tengo el control” de mi operativa. Es reconfortantesaber esto. En sí supone un premio en forma de “seguridad”.
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Número de pips (divisas) mínimo por operación: Es una forma de posibilitar dejar correr los beneficios. De este modo el ratio Bº/Pda es elevado. Con los % de apalancamiento con los que se puede operar hoy en día, sin necesidad de hacer “el bruto”, y dependiendo de la metodología de cada cual, con 2 ó 3 operaciones mensuales potentes se pueden lograr los objetivos de 1 mes. Resulta alentador sacar la calculadora y darte cuenta de que 3 operaciones buenas podrían ser suficientes. Es algo que relaja para no tener que estar constantemente dentro del mercado. Cuando pillo una operación así la recompensa emocional es enorme porque se que está basada en mi método de trabajo.
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Nota de calidad en mi operativa: en función de que haya seguido mejor o peor mis normas de trading voy dándome una nota en cada sesión, de forma que semanalmente valoro si estoy siendo disciplinado y coherente con mi comportamiento y estrategia. Hay semanas que no son buenas en términos de resultados, pero ver que el trading está siendo de calidad no te hace perder el rumbo, y cambiar tu forma de operar.
El cerebro necesita pequeñas recompensas todos los días. Soy partidario de que dichas recompensas se obtengan como resultado de tener que hacer un esfuerzo. En mi caso, el esfuerzo es cumplir mis normas, porque eso no lo determina el mercado.
De esta forma, que un par de divisas suba o baje en un solo día 1.000 pips no determina si he hecho buen o mal trading durante ese día, sino que haya trabajado mi método con verdadera profesionalidad. Es la forma de haber perdido oportunidades de buenos trades, o haber tenido fallos y seguir con una mentalidad fuerte día a día confiando en ti mismo.