El pasado viernes, en el consejo de ministros, el ministro De Guindos avanzó un cuadro macroeconómico bastante objetivo, a mi entender, para los próximos tres años aunque no por ello menos desesperanzador. En él se adelantaba que la economía española caería un 1,3% en 2013 para volver a la senda del crecimiento en 2014, aunque no alcanzaría una tasa de crecimiento destacable hasta 2016, cuando, según las previsiones, el PIB crecería un 1,3%.
Por otro lado, nuestro bien conocido ministro Montoro transmitió la intención del gobierno de eliminar ciertas deducciones del impuesto de sociedades, lo que no deja de ser una subida encubierta de éste. Esta última noticia no hizo mella en las cotizaciones del selectivo que siguieron con su rally de la semana, anotándose un 3,7% en el conjunto de la misma. Ahora bien, ¿podemos asumir que este nuevo aumento de la presión fiscal no afectará a los resultados de las cotizadas y por tanto a sus cotizaciones? La respuesta es bien clara: no. Este aumento de la presión fiscal orquestado por el ministro provocará un descenso de los beneficios en los próximos ejercicios y mermará la capacidad de las empresas para generar empleo, lo que, a su vez, empeorará la economía del país, reduciendo la demanda interna y, por tanto, empeorando de nuevo los resultados empresariales.
¿Qué podemos sacar en positivo de esta eliminación de las deducciones del impuesto de sociedades? La respuesta es sencilla: bien poco. Servirá para reducir el déficit ya que generará más ingresos en el corto plazo, sin embargo, los beneficios a largo plazo son más que dudables (en mi opinión es totalmente contraproducente ya que los esfuerzos del ejecutivo deberían ir por la senda contraria). Otro aspecto positivo tendría que ver con la bolsa. Los que aún no estén invertidos en renta variable española o pretendan incrementar su posición en ésta podrán encontrar un buen momento de compra tras el anuncio de los primeros resultados en los que se aplique esta eliminación de las deducciones. El motivo es simple, la aplicación de esta medida empobrecerá los resultados de las cotizadas, la bolsa castigará a las empresas que hayan empeorado sus beneficios y las acciones cotizarán a la baja.
El truco para poder encontrar buenos puntos de entrada en empresas sólidas será contemplar sus EBIT (ganancias antes de intereses e impuestos, por sus siglas en inglés). Si contemplamos una mejora en su EBIT pero observamos una reducción de su resultado neto es probable que las acciones coticen a la baja y podamos entrar a buenos precios.
Así que atentos al "montorazo"/sablazo fiscal y a las cotizadas y sus resultados.