La banca española, que ya venía descendiendo en los últimos trimestres a causa de la desaceleración global y en las últimas semanas ante la expectativa de menores tipos de interés que provoca un descenso en la expectativa de sus beneficios en el largo plazo, está siendo azotada estos días por una nueva plaga: el Brexit duro.
Y es que la idea de que el nuevo gobierno conservador del Reino Unido se esté dirigiendo hacia un Brexit sin acuerdo con la Unión Europea, está acelerando las caídas de las útimas semanas, tanto que curiosamente la banca española (Ibex banks) cotiza en el mismo nivel que cotizaba en julio de 2016, tras la celebración del referéndum por la separación del Reino Unido de la Unión Europea. Un camino de ida y vuelta de 3 años de duración.
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