Hoy me ha preguntado el primo de mi vecino (no va con segunda intención…) si realmente podría establecerse una comparación o un símil entre lo que supone aprender a invertir en los mercados bursátiles y financieros y lo que supone aprender a conducir.
Durante estos días de estío y vacaciones para muchos, las carreteras han estado llenas de vehículos y millones de personas han realizado millones de desplazamientos por toda la geografía, yendo y viniendo de un lugar a otro, a disfrutar del verano, de la familia, de uno mismo, a desconectar o visitar nuevos parajes… Personalmente, y aunque una parte de mis desplazamientos en estos meses han sido en avión, en las últimas semanas, y por diversos motivos, he tenido que pasar muchas horas dentro de un coche, haciendo kilómetros y kilómetros.
La carretera parecía siempre igual, aunque cada kilómetro fuera en realidad diferente y hubiera que adaptarse continuamente al firme, a las curvas, al tráfico…
Pero casi sin darme cuenta, oyendo música, alternando emisoras de radio, hablando por teléfono con la persona que añoraba, sin prisa pero sin detenerme casi, llegué a mi destino.
En el proceso había cambiado una y otra vez de marchas, frenado, acelerado, adelantado a otros vehículos, me habían adelantado a mí, me había parado mientras asfaltaban la carretera… y todo ello de un modo mecánico, instintivo, casi sin darme cuenta.
Fluyendo casi, haciéndome mejor conductor a cada kilómetro, a base de experiencia y rodaje, pero sin esforzarme ni sufrir, a base a acumular horas, tiempo y distancia, de aprender de cada diferente situación, tanto a tener precaución en las curvas cerradas y peligrosas, como a dejarme llevar en las rectas firmes e interminables para tomar distancia y dejarme llevar por la inercia de la tranquilidad de la línea del camino…
¿Por qué no se puede conseguir lo mismo en el trading?O mejor dicho, ¿por qué cuesta tanto implantar en nuestra mente esa famosa “competencia inconsciente“, ese conseguir ser capaz de desarrollar una tarea, de llevar a cabo un proceso con convicción, sin dudas y como algo que dominamos aunque no somos conscientes del todo de que somos capaces de hacerlo?
No hay escuelas de trading que nos enseñen por desgracia un manual con reglas escritas, inmutables e infalibles: “gire aquí a la derecha”, “ahora a la izquierda”, “precaución, reduzca su velocidad”… O lo que sería si bien de la carretera circuláramos por los mercados: “compra ahora”, “vende y ponte corto”, “salte de la posición”, “espera”, ni hay ese código de circulación tan rígido, y cada día, cada sesión es un nuevo viaje a emprender…
Pero sí que hay muchos paralelismos, hábitos, conductas y comportamientos que podemos aprender cuando nos sentamos delante del volante o de la pantalla y que son también los que yo intento poner en práctica cada vez que voy a comenzar mi operativa y que son también los que intentamos transmitir a los alumnos y compañeros que intentan aprender a hacer tradingsin salirse de la carretera ni del margen de su cuenta: es necesario tanto aprender un sistema, como aprenderse uno mismo para no saltarse la disciplina que nos haga incumplirlo y que nos impida llegar a la meta.
Si se hacen las cosas bien, si se aprende cómo hacerlo y si de verdad no nos saltamos la norma, podremos llegar al final del viaje y de la operativa sanos, salvos y con nuestra moral y nuestra cuenta con más beneficios de los que empezamos…
Si condujeramos pensando que nos podemos chocar con otro vehículo, que no sabremos cómo actuar cuando aparezcan curvas peligrosas, que no sabemos si seremos capaz de acelerar o frenar cuando sea preciso… no llegaríamos a ningún lugar, porque las dudas se situarían al volante y nos alejarían continuamente de nuestro destino.
Esas dudas, la indecisión, el miedo, el pensar en lo negativo, nos haría cambiar de ruta una y otra vez, golpearnos, llegar tarde a todos los sitios…o ni siquiera llegar.
De ahí la importancia de tener un sistema, de no querer ir contra el trazado de la ruta ni de los gráficos ni contra el precio… formarse, capacitarse… pero también comprometerse y obligarse a sumar kilómetros y operaciones con dedicación, constancia, reglas y disciplina…
Soñar y desear, pero sobre todo exigirse con aptitud y actitud a hacer todo lo posible por alcanzar esa competencia inconsciente, luchar por aprender a conducir en los mercados.
O al menos, de moverse con firmeza, de trazar un inicio y un destino, y mantenerse firme en tu ruta marcada, sin dejarte convencer por falsos atajos que te ofrece o te señala gente que nunca ha circulado en real por ellos, ni por carreteras secundarias y peligrosas o con un peaje carísimo y demasiado costoso… no te fíes nunca ni de supuestos conductores ni de supuestos profesores que no hayan recorrido ni más kilómetros ni realizado más operaciones en el mercado que tú.
Mírales su cuentakilómetros (en la vida y en el trading…), sus cicatrices, sus experiencias… Aprende de todas las experiencias (ajenas pero que sean reales) vividas, operadas y sentidas por otras personas y que te puedan resultar provechosas, del camino trazado previamente por otros… pero luego debes atrever a tomar tú por tu cuenta el volante, el ratón… ponerte al mando con cabeza, un sistema, un plan, con reglas y con prudencia.No adelantes nada ni fuerces tu vehículo.
No te pares cada rato dudando. Trata de aprenderlo, de aprenderte,de entenderlo y realiza los ajustes precisos en tu conducción y en tu operativa , si ves que se torna excesivamente lenta o inactiva en ciertas ocasiones o demasiado agresiva en muchos momentos.
Si en la carretera no hay que mover realmente el volante demasiado, una vez que has adquirido el hábito, el sistema y la capacidad necesarias, en el trading tampoco hay que teclear el ratón para meter una operación en la plataforma de tu broker con demasiada ligereza… Pero no puedes permanecer nunca quieto si ves una señal en el precio (tanto para entrar como para salir al mercado).
Intenta ajustar y escoger bien las señales que en tu ruta y en tu operativa te marque previamente tu plan de trading, y no pretendas ver curvas cada kilómetros, ni señales de giro cada vela.
Tranquilidad, si consigues adquirir confianza, lo que vale con 1 contrato y lo que sirve para un único mercado, vale también para 2, 3 ó los que sean. Procura no ser ni nervioso, ni impetuoso, ni impaciente…pero tampoco miedoso.
Fórmate, oblígate a aprenderte tus reglas y a cumplirlas sin excusa alguna, pero luego piensa que cada día, cada sesión será de nuevo para tí un examen en el que tu sistema, tu plan y tu disciplina serán el auténtico cinturón de seguridad que te hará operar con éxito y con tranquilidad… No quieras ni llegar demasiado pronto, porque te saldrás de la carretera, ni te pongas excusas para no avanzar, porque te quedarás quieto y no avanzarás ni un sólo metro, ni un sólo punto.
Como en la vida, en el trading, lo que de verdad importa es también llegar…