Cuando estalló en todo su epicentro la crisis financiera internacional en 2008, los consumos de cemento de los países comenzaron a disminuir levemente en los casos en que no había burbuja inmobiliaria, en otros casos de forma mas intensa y a desplomarse en vertical en otros como por ejemplo en el caso español según este gráfico del consumo de cemento per capita hasta el 2008.
Curioso es el caso frances cuyo grafico viene desacelerandose desde los 70. La excepción a esta disminución generalizada por la crisis la tenemos en China porque a día de hoy todavia el consumo de cemento muestra un peligroso crecimiento:
Por comparar este consumo con un país emergente con potencial como la India, vemos que la diferencia es notable segun este gráfico precrisis de 2007.
El peso de la vivienda en China se calcula que es entre el 20% y el 30% de su PIB, muy superior al 18% que se consideraba en España antes del estallido. El precio de la vivienda se ha triplicado en poco tiempo tal como ocurrió en España, las nuevas edificaciones jamas estarán al alcance del ciudadano medio Chino con una baja renta per capita, por ejemplo un apartamento de linea media en Shanghai cuesta 44 veces mas que el salario medio anual de un trabajador chino. La proporción como ya hemos visto en el anterior gráfico es muy similar , pero agravada, a la burbuja española, existen ciudades fantasmas construidas a su vez por créditos fantasmas que jamas se devolverán, muchos promotores dejan sus construcciones a medias y eso suele ser el principio del fin. Cuando la burbuja inmobiliaria china estalle, la solvencia del gigante asiático estará en peligro con el consiguiente efecto dominó que este hecho desencadenara a nivel global.
la renta variable de Shanghai no es ajena a este grave problema:
Sin duda China es una de las grandes bombas de relojería actuales sino la que más.
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