Este fin de semana he aprendido que un velero es capaz de alcanzar velocidades incluso más rápidas que la velocidad del propio viento que le impulsa; es un fenómeno físico realmente sorprendente.
Por encontrar un paralelismo, algo similar le ocurre a un valor que llevo siguiendo desde hace años: Gamesa.
Durante su agónico ciclo bajista no conseguí entender cómo podía caer con tanta fuerza con el potencial que tenía, y que sigue teniendo, la energía eólica en el mundo.
En julio de 2012 pasó de ser el valor más débil del mercado a uno de los más fuertes y, sin embargo, tras el cambio de tendencia, ahora en el ciclo alcista tampoco acabo de comprender cómo, sesión tras sesión, consigue escalar nuevos máximos. Desafía constantemente todas las pautas y figuras de velas que juegan en su contra desde el punto de vista del análisis técnico. Cual velero, Gamesa consigue navegar más rápido, tanto en las caídas como en las subidas, que el viento de sus resultados y expectativas de crecimiento.
Yo no le encuentro ninguna explicación a esa fortaleza, seguramente porque no controlo el análisis fundamental y, por consiguiente, no consigo ver el todo. Pero atendiendo al precio, en gráfico semanal, he destacado como el valor ha superado con gran solvencia dos envolventes bajistas que habrían hecho tambalear a más de un valor durante varias semanas. Para constatar su fortaleza, este año ha llegado a revalorizarse un 90%; y un 1400% si contamos desde hace tan solo 3 años. Como se suele decir "...con viento en popa a toda vela".
Dicho esto, me chirrió bastante el cierre de la semana anterior. Superó la última envolvente bajista con un hueco alcista, y si a este hecho le añadimos que durante las últimas dos semanas no he parado de leer a analistas que le otorgan al valor subidas adicionales hasta los 17 €, solo pude pensar que nos encontrábamos ante un hueco de extenuación alcista.
El cierre de hoy ha dado fuerza a mi hipótesis y como podéis apreciar en el gráfico de dicho horizonte se ha formado una pauta conocida como islote de de giro.
Después de aguantar tantas embestidas, todo parece indicar que Gamesa se está quedando sin viento.