Por qué los sistemas infalibles para ganar dinero en bolsa han quebrado en el largo plazo? ¿No es posible descubrir un patrón de comportamiento en las cotizaciones, analizarlo, sistematizarlo –por medio del trading algorítmico – y
El análisis técnico y los traders cuantitativos – a.k.a. Quants-, obviarían la primera pregunta y responderían con un sí rotundo a la segunda. Sus herramientas guardan cierta relación con lo que en Teoría Política se conocen como historicistas e ingenieros sociales.
En el caso de los historicistas sus herramientas son las leyes históricas gracias a las cuales pueden comprender al Espíritu de la Nación. Karl Popper en
La Sociedad Abierta y sus Enemigos los distingue así: «A diferencia del historicista, quien cree que
solo es posible una acción política inteligente una vez determinado el curso futuro de la historia, el ingeniero social cree que la base científica de la política es algo completamente diferente […] esta debe consistir en la información fáctica necesaria para la construcción o alteración de las instituciones sociales, de acuerdo con nuestros deseos y propósitos […] el ingeniero social toma como base científica de la política una especie de tecnología social […] a diferencia del historicista que la considera una ciencia de las tendencias históricas inmutables […] El historicista se inclina preferentemente a contemplar las instituciones sociales desde el punto de vista de su historia, esto es, de su origen, desarrollo y su significación presente y futura […]
el ingeniero no demuestra interés por el origen de las instituciones, encara racionalmente el estudio de las instituciones como medios al servicio de determinados fines mientras que el historicista trataría de establecer el “verdadero papel” desempeñado por ellas en el desarrollo de la historia.[…] Esta combinación es característica de un gran número de filósofos sociales y políticos que idearon lo que más tarde se llamó sistemas utópicos Todos estos sistemas patrocinan cierto tipo de ingeniería social, puesto que exigen la adopción de ciertos medios institucionales-aunque no siempre muy realistas- para la consecución de sus fines Pero cuando pasamos a la consideración de estos fines, entonces encontramos frecuentemente que ellos se hallan determinados por una concepción historicista.» (Popper, 1991:37-40)
Popper tanto en
La Miseria del Historicismo como en
La Sociedad Abierta y sus enemigos añade a su crítica al historicismo la variable de la tecnología –tratada también por la Escuela Austríaca-. Los avances y las revoluciones tecnológicas –desde la máquina de vapor a Internet- quiebran de facto la continuidad necesaria en el relato histórico/organicista, es imposible de prever los cambios futuros y, aun más, en qué forma afectaran a la sociedad. La tecnología imposibilita ver la historia como una serie de etapas-control sucesivas, esto es, que sea exclusivo e imperativo cumplimentar una etapa para poder avanzar a la siguiente.
Después de este troncho de erudición podemos concluir que los analistas técnicos y Quants pretenden sustituir la imprevisibilidad y subjetividad por un trasunto medible en lenguaje matemático el cual proporcionaría aquella fórmula infalible que garantizase elevadas y recurrentes rentabilidades. Para ejemplificarlo hablaré de los alquimistas financieros por definición:
Long-Term Capital Management.
La lección
John Meriwether junto con los futuros premios Nobel Myron Scholes –por su método para calcular el valor de opciones y futuros- y Robert Merton -especialista en el cálculo de riesgos financieros- entre otros, formaron LTCM en 1993. En otras palabras, al enviar tu currículo a LTCM en aquel momento era una muestra de confianza en ti mismo. Es innegable que su formación y especialidad estaba dirigida a invertir en aquellos productos acordes con sus fórmulas para el cálculo del precio y el riesgo, los pedantes como yo lo denominamos el binomio rentabilidad/riesgo.
John Meriwether era ya un consolidado experto en
especulaciones no direccionales, especialmente en los mercados de bonos y el fondo se dedicaba a investigar minuciosamente posibilidades de arbitraje en los mercados de renta fija. Fundamentaba sus inversiones en una visión mainstream: neoclásica, información perfecta, inversores racionales, mercados perfectos, concepción estática…Según los cálculos proyectados por los laureados inversores un movimiento imprevisto por sus sistemas de riesgo ocurriría cada cuatro millones de años.
Durante los dos primeros años LTCM iba viento en popa a toda vela, las rentabilidades superaban el 40%. A grandes rasgos, los beneficios provenían de las primas que cobraban por opciones que no se ejecutaban. Teniendo la
fórmula de la gallina de los huevos de oro evaluaban con mayor precisión cuando una opción podía o no ser ejecutada. Además, para multiplicar sus beneficios se
apalancaron, utilizaron deuda para incrementar la rentabilidad de los capitales propios. El
apalancamiento financiero no es otra cosa que la medida de la relación entre deuda y rentabilidad, o dicho de otra forma, la proporción entre capital propio y el crédito.
Los fondos propios de Long-Term Capital en agosto de 1997 alcanzaban los 7,000 Millones sin embargo su posición en mercado era de $126,000 Millones. Un apalancamiento de 18 veces
Sus inversiones eran seguras y fiables, las rentabilidades estratosféricas lo demostraban. Siguiendo los principios del mainstream sus portfolios estaban diversificados en miles de activos, en multitud de mercados y países. El responsable de riesgos era todo un premio Nobel… en definitiva estaban poseídos por lo que Hayek definió como
Fatal Arrogancia,
la creencia que la investigación puede descubrir leyes científicas capaces de revelarnos lo que el futuro depara a la humanidad y no comprenden que
en el análisis de cualquier proceso de alguna complejidad sólo cabe establecer tendencias o predicciones de tipo en principio.Dentro de sus análisis de riesgo formaba parte de lo
racional y
empírico que en escenarios adversos
algunas inversiones fuesen negativas… pero estaba fuera de lo
racional y
empírico que todas las inversiones reportasen pérdidas y más irracional e improbable que sucediese exactamente en el mismo instante.
Si el Titanic se estampó contra un iceberg, el iceberg de LTCM fue
La Acción Humana. Durante 1997, la volatilidad fue creciendo y con ella las primas de las opciones. LTCM, y su fórmula de la alquimia apostó a una reducción paulatina de las turbulencias del mercado retornando a su media histórica. Vendió opciones arbitrando el
precio irracional que demostraba una vez más las
ineficiencias del mercado, con esas operaciones se habían convertido en multimillonarios al no ejecutarse las opciones que habían vendido. El escenario continuaba siendo el mismo y la probabilidad de que su apuesta fuese errónea ínfima, concretamente de 1024 y en ningún caso perderían más de $35 M en un día.
¿Por qué no iba a seguir siendo así?
En Agosto de 1998 Rusia, sumergida en una crisis galopante,
suspendió pagos.
Los mercados temblaron. Las profecías matemáticas de LTCM habían vendido opciones supuestamente inejecutables. El 21 de Agosto de 1998, perdieron el 15% de sus fondos propios, unos $550 Millones. Las pérdidas siguieron creciendo hasta que tuvo que ser rescatada en una acción conjunta de la banca americana y la FED. Fue el fin de LTCM pero no el final de la ingeniería financiera y la fatal arrogancia.
¿Y Warren Buffett qué opina de todo esto?