Normalmente al comienzo de una recesión, de hecho es de los primeros indicadores que tienden a flaquear, mucho antes de que otros elementos sean visibles, los empresarios reducen las contrataciones indefinidas. La mala noticia para la economía española es que el pasado mes de febrero se produjo una reducción interanual en el número de contratos indefinidos firmados. Es decir, en febrero de 2019 (168.697) hubo menos contratos indefinidos firmados que en febrero de 2018 (174.287).
Se trata de la primera lectura interanual negativa desde el fin de la última recesión (2011-13), y el mal augurio viene porque en los dos anteriores ciclos económicos, una vez que las contrataciones indefinidas declinaron, el ciclo no pudo escapar de una recesión y, por supuesto, los mercados bursátiles se desplomaron. Así, en agosto de 2007 los contratos indefinidos comenzaron a declinar, o en febrero de 2011, justo poco antes de que comenzaran las dos últimas recesiones. Los datos sobre el mes de marzo, a publicarse en los primeros días de abril, serán clave para determinar si solo se trata de ruido o de una tendencia que ha llegado para quedarse.