Pese a que España lleva más de 100 días siendo la Casa de Tócame Roque, los inversores agasajaron a la quebradiza economía española con 16.000 millones de euros durante el mes de enero, más del doble que los 7.800 millones que invirtieron en el país en enero de 2015, a tenor de los datos arrojados por la balanza de pagos que publica el Banco de España.
Esta ratio es la resultante de tener en cuenta lo que los inversores españoles invierten fuera del país y lo que los extranjeros destinan a España en idéntico lapso de tiempo; generalmente un año.
En el desglose de los datos, los 16.000 millones que los inversores inyectaron en España en enero se explican por la entrada de 7.900 millones en las inversiones de cartera, así como por los 9.500 millones de euros que llegaron al país mediante otras inversiones (préstamos, repos y depósitos).
Contrariamente, en inversiones directas salieron de España 2.300 millones de euros durante el mes de enero. De esta forma, la posición de deudor neto del Banco de España frente al exterior registró en enero una caída por un monto de 6.700 millones de euros.
La entrada de capitales en enero contrasta con los más de 70.000 millones de euros que sacaron los inversores de España en el conjunto de 2015, después de invertir 5.600 millones en 2014 y 73.600 millones de euros en 2013, coincidiendo con la mejora de la economía española y la mayor confianza en la misma.
“Las buenas noticias, en la mayoría de los casos, se dan en voz baja.” (Haruki Murakami).