Aaron Anderson, vicepresidente senior de análisis de Fisher Investments, la firma californiana fundada por Ken Fisher y que gestiona 82.000 millones euros, carga contra lo que considera una auténtica ceguera por parte de los bancos centrales que siguen poniendo en marcha y extendiendo políticas monetarias extraordinarias como los tipos de interés negativos y la compra de activos financieros.
Según Anderson "No alcanzo a entender como el BCE y otros bancos centrales son capaces de ver el escaso crecimiento económico producido durante la última década de política monetaria extremista y llegar a la conclusión de que estas políticas insensatas lograrán estimular el crecimiento. Si comparamos economías en términos de regiones, EE.UU. claramente ha obtenido resultados mejores tras dejar de lado la flexibilización cuantitativa y los tipos de interés cero. Si desean estimular [la economía], el BCE y otros bancos centrales deben aplicar políticas que hagan que los bancos presten más, para aumentar el suministro de dinero. Los tipos de interés negativo y la flexibilización cuantitativa tienen el efecto contrario”.
Esta línea de pensamiento es la que lleva años defendiendo el propio Ken Fisher, quien ya en 2013 adelantó que el fin de los programas de flexibilización cuantitativa no dañarían a la economía estadounidense, una previsión que se demostró certera en aquella ocasión.