En las últimas semanas hemos conocido bastantes datos macroeconómicos que apuntan hacia una pequeña desaceleración económica en Estados Unidos dentro de la tendencia económico - bursátil expansiva vigente. Esto no es nada "anormal", ya que dentro de un ciclo económico expansivo se producen aceleraciones y desaceleraciones. Lo importante y fundamental para el inversor es detectar cuando esas desaceleraciones son precursoras de una futura recesión.
En primer lugar, el ISM Manufacturing del mes de enero cayó fuertemente en el mes de enero hasta 51.3 frente a los 56.5 del mes de diciembre. Este tipo de caídas no es algo extraño, ya que se puede apreciar como circunstancias similares a la actual han ocurrido en el pasado.
Asimismo, los datos oficiales de empleo vienen acumulando dos meses consecutivos decepcionantes, en los que tan solo se han creado 75.000 (diciembre 2013) y 113.000 (enero 2014) puestos de trabajo, claramente por debajo de la media de los últimos meses y de las expectativas de los analistas.
Sin embargo, los datos del mismo periodo publicados por la empresa ADP y que historicamente tienen una alta correlación con los datos oficiales publicados por el Departamento de Empleo de Estados Unidos, han mostrado unas cifras más optimistas: 227.000 (diciembre 2013) y 175.000 (enero 2014).
La producción industrial, uno de los mejores indicadores del ciclo económico, cayó un 0.3% durante el mes de enero rompiendo un racha de 5 meses consecutivos de ascensos. Sin embargo, en tasa interanual sigue mostrando un aspecto bastante positivo, con crecimientos en torno al 3 - 3.5% durante los últimos meses.
Las ventas minoristas también han sufrido un revés durante los dos últimos meses: -0.12% diciembre 2013 y -0.41% enero 2014. Sin embargo, la situación actual sigue siendo positiva, ya que los registros del año anterior siguen mejorándose y no se aprecia, por el momento, una desaceleración lo suficientemente importante como para empezar a preocuparse.
Los pedidos de bienes duraderos experimentaron durante el mes de diciembre una significativa caída del 4.2%, algo que sin embargo no debería preocuparnos en exceso, dado que circunstancias similares se han producido en el pasado.
Por último, las peticiones iniciales de desempleo siguen estancadas en el rango 330.000 - 350.000, el cual no acaba de ser roto a la baja, tal y como vemos a continuación:
Pero a pesar de estos datos negativos que acabamos de ver, los indicadores económicos adelantados como el Employment Trend Index (aquí), el sector químico (aquí), el leading indicator elaborado por la FED de Philadelphia o el leading indicator elaborado por The Conference Board no muestran señales de cambio en el ciclo económico.
Asimismo, los indicadores de recesión como el Chicago FED National Activity Index siguen mostrando un salud muy aceptable, tal y como comentamos hace unos días en un artículo titulado "Las probabilidades de recesión en USA siguen en mínimos" (aquí).
De este modo, parece claro que los pequeños sustos macroeconómicos que hemos sufrido en las últimas semanas son, por el momento, un bache en el camino. Deberíamos asistir a un fuerte deterioro de los mismos durante varios meses consecutivos así como a un giro en los indicadores económicos adelantados para empezar a cambiar nuestra visión del ciclo económico de Estados Unidos.
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