El pasado viernes (6 de noviembre de 2015) se publicó el dato de creación de empleo privado y la tasa de paro en Estados Unidos. Como ya hemos mencionado en diversas ocasiones es uno de los más importantes datos macro que monitorizamos mensualmente. La previsión de los analistas era una creación de empleo alrededor de 150k-180k, pero la sorpresa saltó cuando se crearon, ni más ni menos, 271.000 empleos privados, lo que significa la cifra más alta de los últimos 10 meses. Además, la tasa de paro oficial se situó en 5.0%, lo que significa mínimos del actual ciclo expansivo iniciado hace casi 7 años.
Este excelente dato hizo que las probabilidades de subida de tipos por parte de la FED en diciembre se dispararan, y a día de hoy casi nadie duda de que la tan esperada subida de tipos se producirá finalmente antes de final de año. Pero no solo este buen dato respalda la subida de tipos de interés. El sector servicios, que representa aproximadamente un 75% de la economía de Estados Unidos, sigue mostrando una envidiable fortaleza, al situarse el ISM Non Manufacturing en 59.1 en el mes de octubre (56.9 septiembre 2015), acumulando más de 5 años en terreno expansivo.
Estos buenos datos no significa que no haya señales que nos preocupen o, por lo menos, nos tengan alerta. En primer lugar tenemos el posible techo en los beneficios empresariales (USA: ¿techo en los beneficios empresariales), tesis que a día de hoy sigue vigente mientras no se publiquen los datos del 3Q que demuestren lo contrario.
En segundo lugar, hemos venido advirtiendo de la fuerte desaceleración que está sufriendo el sector manufacturero de este país, aspecto que se puede observar viendo la evolución de alguna de sus principales magnitudes (ISM Manufacturing, Producción Industrial o Nuevas órdenes manufactureras).
En tercer lugar, la valoración bursátil es bastante elevada (Estados Unidos, una de las bolsas más caras del mundo). A corto plazo es un aspecto que no tiene excesiva relevancia, pero a medio - largo plazo (a partir de 5 años), los retornos obtenidos invirtiendo en activos "caros" suele ser escasa o incluso negativa.
Por último, parece que los inversores están comenzando a desapalancarse, es decir, a deshacer las posiciones en renta variable construidas a crédito. Generalmente un brusco desapalancamiento suele ser la antesala de un techo de mercado o, por lo menos, así ha sido en las últimas ocasiones.
Me gustaría completar este post con el último artículo escrito por Marc Garrigasait (¿Hemos llegado al final del mercado alcista en Bolsa?), presidente y gestor de inversiones de Koala Capital Sicav y Panda Agriculture & Water Fund, en el que se muestra algunos signos de alerta que conviene tener presentes.
Así pues, asistir a una recesión en Estados Unidos a corto plazo parece poco probable. En todo caso, y como comentaba hace unos días Javier Molina Jordá en un artículo en El Confidencial (¿Basta la 'esperanza' para seguir con los mercados al alza?), las preguntas que debemos hacernos ahora mismo son: ¿Cuál es el potencial a estos niveles? Por abajo, ¿cuánto puede corregir el mercado? ¿Dónde está el valor real?.
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