He llegado a la conclusión de que en Bolsa hay dos mundos bien diferenciados: el de las percepciones (y expectativas) y el de las realidades. Al igual que hay dos estrategias básicas bien diferenciadas: las estrategias sobre precios y las estrategias sobre valores. Es precisamente la diferencia de puntos de vista entre especuladores e inversores (todos ellos influenciados por noticias, opiniones, miedos, codicia etc) lo que posibilita que se produzcan a menudo discrepancias entre precio y valor. En ocasiones precio y valor tardan más tiempo del previsto en ajustarse, pero lo normal es que el tiempo vaya poniendo las cotizaciones en su sitio. Por supuesto, Abengoa no iba a ser una excepción... A veces vemos empresas con relaciones precio/ganancias desorbitadas y empresas con ratios por los suelos, ratios en ocasiones justificados y en otras no: las expectativas y percepciones de los agentes a menudo desvirtúan las valoraciones de las empresas, actuaciones que quedan reflejadas en las cotizaciones de las empresas.
Las expectativas de los inversores y/o especuladores son las que más fuerza ejercen en los precios a corto o medio plazo, sin embargo con el tiempo el mercado va colocando las cosas en su sitio. Cuando se van confirmando las "tragedias" sobre empresas como ABG (splits,ampliaciones, etc), la cotización vuelve a ocupar el sitio que le correspondía desde hacía tiempo. Los "grandes" mueven volúmenes y cotizaciones en momentos puntuales en base a mejores análisis mientras los "pequeños" de forma inconsciente realizamos operaciones con mayor frecuencia guiados por el exceso de ruído del mercado. Nuestras expectativas, a menudo, son erróneas por la falta de rigor en los análisis y por la información empleada: unos se empeñan en analizar noticias, otros analizan gráficos, otros nos empeñamos en analizar fundamentales y algunos son capaces de analizar empresas combinando varias herramientas. Algunos medios de comunicación contribuyen a que el ritmo de operaciones no decaiga con noticias catastrofistas en ocasiones o con exceso de optimismo otras veces.
"El tiempo es amigo de los buenos negocios" Warren Buffett.
A mediados de 2012 un buen amigo me preguntó si Abengoa era una buena inversión, había comprado acciones en torno a los 10 € y quería saber mi opinión. Estuve mirando algunos ratios de la empresa y las primeras sensaciones no fueron muy buenas: altamente endeudada, mal capitalizada, altos gastos, escaso cash procedente de operaciones ordinarias, etc. Tras un breve análisis fundamental, mi primera respuesta fue clara: "En esta empresa no invertiría". Sin embargo, movido por la curiosidad, al llegar a casa miré algunos gráficos de cotización de la empresa, y le comenté a mi amigo que quería analizar la cotización (no la empresa) con más detenimiento:
Coincidió con que en aquellos días estaba estudiando algo sobre análisis técnico, no por qué confíe mucho en él, sino porque pensé que era interesante aprender a interpretar volúmenes, medias móviles, MACD, RSI, etc. La idea era añadir herramientas para fijar mejores precios de entrada en acciones que previamente analizaba por fundamentales. Puesto que la cotización seguía sin reflejar la realidad de la empresa, y no quería ser un aguafiestas, pensé que a pesar de no ser una empresa atractiva por fundamentales, quizás no sería tan mala idea aprovechar unos días el volumen de contratación y la tendencia a corto plazo para alcanzar un mejor precio de venta.
Fue una temeridad la idea de subirse al carro de una tendencia cuya cotización escondía unos fundamentales bastante pobres sin tomar algunas de las precauciones empleadas a menudo cuando se especula (stop loss). Nunca limito perdidas cuando invierto en Bolsa porque mi estrategia es a largo plazo. De casi todos los análisis podemos aprender algo, de Abengoa lo que aprendí es que seguir la tendencia puede ser rentable pero muy peligroso si no fijamos un stop loss (lo reconozco fui un poco bruto). Sin saberlo, estábamos viendo la ola justo por debajo de la cresta, no eramos conscientes de lo que venía detrás (afortunadamente pudo vender y deshacerse de las acciones a tiempo con unas ganancias de unos 100 €).
Aunque en el gráfico que pongo a continuación el "escalón" que observamos parece pequeño, representa una caída de 15€ a 2€ (la caída acumulada desde 2010 hasta ahora supera el 90%):
Días después escribía este artículo. Por eso sigo siendo bastante escéptico sobre el uso de análisis técnico como herramienta única en el análisis de empresas, podremos llegar a analizar cotizaciones, pero nunca empresas. Con esto no quiero decir que el análisis fundamental sea perfecto (tampoco lo es), o sí para aquellos que han aprendido a usarlo con márgenes de error cada vez más pequeños.
Todos los grandes inversores han cometido errores, a veces los errores son inevitables porque los análisis se basan en datos históricos para intentar descifrar lo que viene por delante. En otras ocasiones los analistas se topan con trampas de valor, limitaciones psicológicas o limitaciones de otros tipos. El análisis y la inversión requieren de un aprendizaje continuo, es absurdo pensar que ganar en Bolsa (invirtiendo o especulando) es algo sencillo. El que diga lo contrario es o un genio experimentado (como Buffett, Lynch, etc) o sencillamente no está siendo sincero. Es imposible llevar razón siempre, ni el mejor inversor de todos los tiempos ha sido capaz de lograrlo hasta el momento.
"You're going to make mistakes. You can't play in the game without making any mistakes. I don't think about it, I just move on. Most business mistakes are irreversible setbacks, but you get another chance. There are two things in life that you don't get another chance at - marrying the wrong person and what you do with your children. Business, you just go on. It's a mistake to dwell on mistakes, it's unproductive. It's like Mark Twain's story about the cat sat on a hot stove - he never sat on a hot stove again, but he never sat on a cold one again either".
"Vas a cometer errores. No se puede jugar en el juego sin cometer ningún error. No pienso en ello, sólo en seguir adelante. La mayoría de los errores en los negocios son irreversibles, pero puedes conseguir otras alternativas. Hay dos cosas en la vida que no te dejan alternativa: casarte con la persona equivocada y lo que haces con tus hijos. En los negocios hay que seguir adelante. Es un error obsesionarse con los errores, es improductivo. Es como la historia de Mark Twain sobre el gato que se sentó en una estufa caliente - nunca se sentó en una estufa caliente de nuevo, pero nunca se volvió a sentar en una fría tampoco”. Warren Buffett.
Suerte y cuidado con las cotizaciones.
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