El inversor inteligente

Este libro es una joya por ser quizás la primera obra que conozcamos que analiza las compañías por sus fundamentales. Benjamin Graham fue el pionero de una de las escuelas de inversión más exitosas a lo largo de la historia: la inversión en valor.

Esta obra debe ponerse en contexto con su época, con unos negocios muy diferentes a los que tenemos hoy en día con la revolución de la información. Es por eso que creo que algunos capítulos están desfasados por centrarse demasiado en los activos recogidos en el balance de las compañías, una aproximación que hoy sólo podría aplicarse de forma efectiva a unos pocos casos especiales. El valor en bolsa se ha desligado casi por completo del valor recogido en el balance de las compañías y toca centrarse más en la capacidad de generación de beneficios.

A pesar de ello podemos encontrar capítulos brillantes, como el último titulado "El margen de seguridad como concepto central de la inversión". Lo que ahí se dice vale para hoy y valdrá para siempre. Muy recomendables también los comentarios de Jason Zweig en la última versión, que actualizan y le dan significado a muchas de los temas que Benjamin Graham trata.

No se trata de un libro ameno ni mucho menos, pero entre las numerosas explicaciones largas se encuentran a menudo detalles brillantes y textos rescatables varias décadas después, como lo es el llamamiento al activismo entre los inversores (que últimamente ha repuntado). Es un clásico y debe ser obligatorio para todo aquel que quiera profundizar en las bases teóricas del Value Investing.

Es el libro de cabecera que debemos conocer para manejarnos en la inversión. Es ameno y tiene una sabiduría amplia, no sólo en materia financiera, sino también en la vida. Muy conveniente, sino imprescindible.

El libro de los libros de inversión, si duda el que todo el mundo debería leer. Es uno de los primeros libros sobre análisis fundamental y ha creado escuela.

Posiblemente pueda parecer desfasado ya que los ejemplos son algo antiguos, pero los conceptos y las enseñanzas de Benjamin Graham son perfectamente válidos todavía y nunca quedarán anticuados. No es un libro de lectura fácil pero merece la pena dedicarle tiempo.

Totalmente recomendable (diría que obligatorio) para todos aquellos que pretendan invertir con cabeza a largo plazo.