Cuando alguien se aproxima al mundo del análisis de empresas suele recibir recomendaciones de libros de inversión, es decir, sobre métodos para invertir. Los más recomendados en el caso de la inversión en valor no hablan de tecnología, procesos sociales y culturales o cambios en la forma de intervenir del estado a lo largo de la historia. Precisamente, estos últimos temas son la verdadera materia prima que debería utilizar el inversor en empresas para entender bien lo qué está sucediendo y actuar en consecuencia.
Obviamente, la parte financiera y el enfoque cuantitativo debería jugar un papel importante a la hora de analizar empresas. No recomiendo a nadie descuidar este aspecto y creo que hay mucho potencial de mejora en la interpretación cuantitativa que se realiza en muchos análisis de empresas. Pero si el entendimiento financiero tiene todavía potencial de mejora, el análisis de procesos competitivos y sociales suele brillar por su ausencia. Normalmente, el joven (o no tan joven) que comenzó hace algún tiempo a fijarse en los mercados está totalmente descompensado en cuanto a su formación, le falta una gran perspectiva de la historia de los negocios y la tecnología. A estos temas le he dedicado bastantes artículos y su debido tiempo en el Curso de Análisis Fundamental (vídeo muestra sobre la coexistencia de tecnologías).
Por suerte, no es necesario ir a ninguna universidad a pagar una matrícula de varios miles de euros. Hay libros realmente interesantes y útiles para empezar a progresar en estas facetas. Hace meses hice una reseña de ‘Innovation and its enemies’ y lo he mencionado en varios artículos. Este se centra de forma profunda en la controversia y pugna entre tecnologías/productos en su momento; tales como la imprenta frente a la escritura a mano, el café frente al vino y la cerveza, corriente continua frente a corriente alterna, el trabajo animal frente al tractor, la industria del hielo frente a los refrigeradores y otras más actuales como los transgénicos.
Pero después de ver todas esas controversias tenemos muchos espacios en blanco, ya que el libro escoge algunos casos concretos y profundiza sobre ellos sin realizar un repaso a toda la historia económica. Al rescate viene ‘Americana: A 400-Year History of American Capitalism’, una obra muy extensa y curiosa que analiza la evolución del capitalismo americano desde las primeras colonias inglesas que se establecieron en el Norte de América. Este recorrido histórico se aborda desde múltiples perspectivas y formas de enfocar los problemas como son:
1) Tecnología, técnicas de producción y productos
2) Competencia, negocios y estructuras corporativas
3) Mercados financieros, industria financiera, manías y puntos extremos bursátiles
4) Política económica, intervención del estado, impacto de la economía de guerra
5) Sociedad, cultura y percepción social de los productos y personalidades conocidas
6) Desarrollo urbano, rural, comunicaciones y transporte
No es que se haga un análisis por separado de cada época desde estos puntos de vista. En realidad, se cuenta una historia sobre la aparición de una industria importante y se recurre a estos ángulos para dar el contexto adecuado siempre que sea pertinente, incluyendo la historia personal de los fundadores o protagonistas. Por ejemplo, para explicar la historia de éxito de Nike hay que mencionar la deslocalización de la producción textil inicialmente a Japón y más tarde a China, lo cual requiere analizar el contexto de la política china en los años 80 y 90 (política económica y evolución de la intervención estatal).
Al mismo tiempo, uno de los grandes éxitos de Nike fue de tipo cultural con el patrocinio de Michael Jordan, una figura que fue capaz de ganar la admiración de personas de todas las razas y contexto social. Nike tuvo que gestionar en su momento la asociación de las zapatillas ‘Jordan’ a la criminalidad en los suburbios de muchas ciudades estadounidenses. Adicionalmente, Nike coincidió en el tiempo con el boom de los hábitos deportivos en Estados Unidos (sociedad, cultura). Por último, es necesario diferenciar entre la deslocalización de la producción física de las labores de diseño y marketing que se quedaron en Estados Unidos y han demostrado una gran habilidad para reinventarse (modelo de negocio, estructura corporativa, competencia). Como vemos, el entendimiento de Nike se puede enriquecer desde múltiples áreas, y esta es la gran virtud de este libro.
De forma ya directa para el inversor, también hila los grandes eventos bursátiles con la realidad histórica de cada momento, algunos de ellos muy famosos entre la comunidad inversora como la ‘burbuja .com’. Otros momentos de puntos extremos bursátiles no son tan mencionados en la prensa, como son la manía por la construcción de canales, la primera Gran Depresión a partir de 1973, la burbuja de los esclavos o la proliferación masiva de trusts a finales del siglo XIX.
Otro aspecto que me gustaría destacar es el esfuerzo dedicado a completar el puzzle de muchas industrias y negocios del siglo XIX e incluso del XVIII, donde escasea la literatura bursátil y sobre empresas. Hay historias realmente interesantes de esas épocas y de las que se pueden aprender grandes lecciones, como es el auge y decadencia de la industria del tabaco o cómo la transición hacia el algodón provocó el traslado de la mayoría de esclavos en Estados Unidos hacia el Sur. Este fue un siglo de revolución de las comunicaciones a través de los canales, el ferrocarril o el uso del gas y petróleo como fuentes energéticas.
Hay que señalar que el autor Bhu Srinivasan no es un simple académico, sino un hombre de acción que participó en una startup relacionada con la agregación de contenidos en Internet en los años 90. El narrador tiene un claro enfoque pragmático y no un simple interés académico, lo que explica que el libro sea tan útil para un inversor en compañías con propósito de llevar las ideas a la práctica. El riesgo está claro, en algunos detalles históricos puede cometer algunos errores al no ser historiador de profesión. En algunos temas que conocía por otras fuentes, me pareció que la narrativa e interpretaciones encajaban bastante bien. Para un mapa mental inicial y una relación de los fenómenos y conceptos más importantes, los inconvenientes son más que superados por las ventajas.
Para aquel que se ha familiarizado levemente con las cotizadas estadounidenses más importantes enseguida empieza a sentir curiosidad por los temas que van apareciendo en el libro en diferentes épocas. Es imposible no interesarse por leer más cuando aparecen los nombres de Kellog, Coca-cola o Anheuser-Busch, así como JP Morgan, Pulitzer o Ford. Muchas compañías como Sears o IBM tienen un origen muy lejano en el tiempo. Por supuesto, se le dedica suficiente atención al boom económico que surge en Silicon Valley a partir de los años 60 con protagonistas como Intel, con importante dedicación a los grandes éxitos posteriores como Microsoft. La verdad es que es imposible mencionar todos los temas porque el libro es largo y ambicioso a la hora de cubrir la historia de Estados Unidos.
Creo que este es el tipo de contenido que falta en los estudiantes de economía y empresas, una perspectiva multidisciplinar de la historia de los negocios. Y también entre inversores en compañías, donde una mayor perspectiva sobre la competencia y la sociedad evitaría muchos errores y filtraría muchas ideas equivocadas. La mayor parte de las lecturas de inversores en valor son de los años 60-90, y esa es solo una pequeña muestra de la historia económica. Las vivencias de los inversores más conocidos deben complementarse con una visión más amplia de la historia económica previa.
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