Pensar rápido, pensar despacio

Autor: Daniel Kahneman
Sesgos del ser humano bajo incertidumbre, economía del comportamiento y teoría de la elección
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Esta es para mí una lectura obligada para toda persona en cualquier disciplina. Me resulta difícil pensar en alguien que no sea más escéptico después de haber leído esta obra. Se trata de una recopilación de los descubrimientos más fascinantes en la trayectoria investigadora de Daniel Kahneman y Amos Tversky, ambos grandes científicos en el campo de la psicología humana. No importa si uno es inversor, médico o bombero, este libro siempre aporta un gran valor añadido ya que le ayuda a entenderse a sí mismo y a los demás. Cuanta más interacción tenga con el resto de personas más le servirá. En el caso del mundo bursátil obviamente será una herramienta fundamental.

Daniel Kahneman y el difunto Amos Tversky recibieron el Premio Nobel de Economía por un artículo en el que demuestran diferentes sesgos de las personas a la hora de enfrentarse a situaciones con incertidumbre. Sin embargo, su obra y este libro que la resume no se quedan ahí, sino que incorporan gran parte de la evidencia científica relacionada con el comportamiento humano.

El libro está escrito en un lenguaje sencillo teniendo en cuenta la complejidad de la materia. Daniel Kanheman realiza un gran trabajo de narración de historias, lo cual es muy importante para llegar al gran público. La lectura es amena y divertida, por cuanto el lector se verá identificado en numerosas situaciones curiosas y se dará cuenta de aspectos en los que no había caído.

Desde el punto de vista del inversor, esta lectura es el antídoto perfecto contra el exceso de confianza. Según se va avanzando a lo largo del libro, las capacidades de raciocinio del ser humano se van cuestionando experimento tras experimento, humillación tras humillación.

En el plano filosófico abre o amplía nuevos ángulos a la hora de delimitar el ámbito de libertad de decisión del ser humano. Y es que nuestro mundo social no se debate exclusivamente entre libertad y coacción-planificación centralizada, sino que dentro de una esfera de libertad individual se plantea cómo deben presentarse esas elecciones, donde el orden de los factores sí altera el curso de acción.

Por otro lado el libro deja mensajes optimistas sobre las posibilidades de mejora en la toma de decisiones, nunca sin esfuerzo y constante aprendizaje. Y el primer paso es conocer nuestros puntos débiles a la hora de actuar y pensar. Creo que no estaría mal para ello comenzar a leer la obra de Daniel Kahneman y Amos Tversky.
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