"Resulta extremadamente difícil, sobre todo para un especulador relativamente inexperto, actuar y comprar en contra del consenso general cuando los colegas ,los amigos, los medios de masas y los expertos aconsejan vender.
Incluso aquéllos que conocen esta teoría y desean seguirla cambian su opinión en el último momento bajo la presión de la psicosis de la masa y dicen: "Teóricamente debería entrar ahora, pero esta vez la situación es diferente". Más tarde se confirma que también esta vez hubiera sido mejor actuar "anticíclicamente".
Hay que entrenar mucho, ser frío e incluso cínico para eludir la histeria de la masa. Ésta es la conditio sine qua non para el éxito. Por este motivo solo una minoría especula con éxito en la bolsa. Por lo tanto, el especulador debe ser valiente, comprometido y sabio. Incluso debería ser arrogante. Debería decirse a sí mismo: "Yo lo sé y todos los demás son tontos"
. André Kostolany, 1999
La operativa Contrarian es ante todo un juego de inteligencia emocional. La cuestión es ser escéptico cuando el público es optimista y ser optimista cuando el público es pesimista.
La experiencia y el conocimiento bursátil de cualquier observador con dos dedos de frente, dice que no hay mejor momento para ser salvajemente alcista que tras un crash. Es empírico. Es siempre la misma historia. Incluso, en el peor de los casos, es decir, que nos estemos adentrando en un gran mercado bajista, si compramos bien abajo puede que hasta salgamos con beneficios. Observemos el peor mercado bajista de la historia, el de 1929:
El rebote fue del 50% desde mínimos y duró 7 meses. Si uno tuvo la capacidad de comprar más o menos abajo pudo aprovechar una gran oportunidad. ¿Qué el mercado después siguió cayendo? Bueno, eso no significa que uno tenga que perder. A lo mejor hasta acaba ganando si se sale a tiempo. Es la suerte de ser un oportunista y saber comprar abajo. En el artículo "
La naturaleza del riesgo" hablamos de ello, de que lo arriesgado es comprar una vez el precio ha subido y que lo conservador es comprar cuando el precio está en su peor momento. Sí, lo se, no es lo que usted leerá por ahí, pero yo he perdido mucho dinero hasta que entendí eso. Hágase un favor y métase eso en la cabeza, no espere a comprobarlo con su propio dinero.
Además, no hay manera humana de saber si tras un crash el mercado hará suelo definitivo o en verdad solo será un punto intermedio de un mercado bajista de mayor entidad. Es absolutamente imposible de saber. Créame, ni George Soros sabe eso. Pero lo cierto es que
las probabilidades apuntan a que un crash es un fenómeno que se produce en un momento inmediantamente anterior a un suelo de largo plazo. Es cuestión de observar el pasado. No es un gran ejercicio, pero todos los pesimistas han olvidado hacerlo.
En
mi libro, en el capítulo sobre el VIX, hay un apartado que trata de los grandes techos históricos del VIX, es decir de las mayores lecturas del llamado indicador del miedo. ¿Por qué dedique un apartado a los grandes techos históricos del VIX? Pues por la sencilla razón de que el mayor miedo genera siempre las mayores oportunidades. Es solo cuestión, no de imaginar o traer aquí teoría peregrinas, sino de observar el pasado con sentido común. Observemos la tabla de las mayores lecturas históricas del VIX:
Lo sucedido estos días va a hacer necesario que actualice esta tabla de mi libro, ya que la actual crisis califica como uno de los mayores pánicos de los últimos 20 años. El VIX cerró ayer a 48.
Tanto en el blog, como en el libro o en mi curso, insisto que lo más importante es analizar el VIX de una forma dinámica y que los niveles estáticos no son importantes para la operativa corriente. No obstante, esto deja de ser cierto cuando el VIX sube mucho. Por ejemplo, el nivel del 30% tiene mucha importancia, pues es un nivel que al VIX le cuesta horrores sobrepasar. Y por supuesto, cuando se llega al 40%, esta regla es más cierta aún. Si el VIX ha logrado llegar a 40% significa solo una cosa: auténtico pánico. Y casi con total probabilidad significa que el VIX se va a dar la vuelta más pronto que tarde. Observe de nuevo la tabla ofrecida antes. Excepto el grandísimo crash de 2008 en el que vimos lecturas de 90, el resto de las importantes crisis que hemos sufrido en los últimos años, han coincidido con un techo del VIX en lecturas del 45% aproximadamente. Podríamos decir, a modo de regla general, que 45 es el nivel donde acaban los pánicos y que si se pasa de ese nivel entonces es que estamos en un crash de esos que ocurren cada 30 o 40 años. Crashes como el de 1929, 1987 o 2008.
Veo bastante difícil que en 3 años tengamos dos crashes de los que hacen historia. Además, las condiciones de 2008 no tienen nada que ver con las de 2011. Actualmente la economia se está expandiendo. En realidad el actual crash tiene más pinta de parón técnico que de problemas reales. Que EEUU pase de AAA a AA+ es una trivialidad y realmente las agencias de rating no han descubierto nada al mundo que ya este no supiera. Pero cuando el pánico se adueña del mercado solo hay una cosa que hacer: esperar a que el miedo de la turba escampe.
Hágame caso, intente siempre pensar al contrario de las masas, de los medios de comunicación, de la opinión de su cuñado o de cualquier otro que sea pesimista. Lo cierto es que los casos históricos nos invitan a ser optimistas. Casos que fueron similares al presente.
En 1998 Rusia se declaró en default. Con el default quebró el hedge fund LTCM el cual estaba bestialmente apalancado y sus apuestas saltaron por los aires poniendo a todo el panorama financiero internacional en jaque. El VIX subió sobre 40 y el mercado cayó como una piedra. No obstante el pánico poco a poco se disiparía y el SP500 seguiría subiendo dos años más para continuar la tendencia alcista que ya traía (línea continua al fondo):
En 2001 un grupo de locos atacaron el World Trade Center, el corazón y símbolo financiero del mundo. El VIX subió sobre 40 y el mercado entró en pánico. A pesar de lo terrible de aquéllos días, los días pasaron y la tormenta amainó. El mercado acabó ofreciendo un potente rebote. En este caso el mercado bajista iniciado en 2000 no acabaría ahí. Es decir, a pesar del importante rebote, la tendencia previa siguió su curso unos meses después:
2002 sería el fin del mercado bajista iniciado en 2000. Ese momento final vendría acompañado por una gran suspicacia por parte de los inversores que veían atónitos como Enron y Worldcom, las cuales se consideraban buenas empresas, no eran más que unos chiringuitos. El pánico final de ese mercado bajista coincidió también con una lectura del VIX sobre 40. Después de eso, la alta volatilidad se disiparía y el mercado encontraría suelo para subir durante 5 años seguidos:
En 2008 nos trajo el mayor de los crashes, guinda final para un gran mercado bajista. Poco hay que añadir ya que todos recordamos lo que ocurrió. En este caso el VIX no se frenó sobre 40 sino que llegó a 90. Se trataba de un evento realmente extremo:
En 2010 la amplia mayoría pensaba que íbamos a entrar en una recesión doble. No ocurrió. El mercado hizo suelo y siguió desarrollando la tendencia alcista que ya traía. El VIX subió sobre 40, pero pronto se disiparía todo ese miedo a medida que el mercado se estabilizaba:
Y así y así. Normalmente un crash da lugar a una excelente oportunidad de compra. Es la historia, no mi opinión.
Dicho esto, sigo insistiendo que no es momento de entrar al mercado por que no hay ninguna figura de vuelta como un doble suelo, figura que es muy típica después de un crash.
Si observamos el gráfico en 4 horas en toda la caída no ha habido nada de nada.
Y mucho menos en diario donde las Velas Heiken Ashi no invitan a tomar posición alcista.
En medio de un crash la regla de oro es no comprar mientras el precio cae. Esto parece obvio pero no se pueden imaginar la cantidad de gente que anda buscando el suelo en estos momentos. Y corren mucho peligro por que nunca se sabe si caeremos muchos más. Incluso cabe la posibilidad de que caigamos un 10% más.
Además, el primer rebote normalmente es efímero y el mercado buscará un retest de los mínimos. No hay necesidad de precipitarse. El mercado, tras una fuerte caída necesita tiempo, semanas normalmente para formar un suelo. En el mejor de los casos días, pero ahora mismo todo lo que puede haber son rebotes efímeros. Válido para el operador agresivo, pero estériles para el cazasuelos más prudente.
Seguiremos informando.