Off Topic: De progre a libertario, Las recetas del Profesor Bastos

16 de agosto, 2012 1
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En la última edición de la Universidad de Verano del Instituto Juan de Mariana el profesor Miguel Anxo Bastos Boubeta dispuso de una hora escasa para recomendar una lista de libros alejada lo más posible del mainstream -­abajo el video completo-.

 Conocí al Pr. Bastos en la Facultad de Políticas en el Otoño del 2001 y como hoy me encuentro un poco nostálgico –o tontorrón­­­- me apetece escribir sobre la importancia de tener un mentor, en mi caso he tenido dos ha falta de uno pues antes de Bastos estuvo el maestro Vilas de quien el primero fue discípulo.

A finales del 2001 el Pr. Bastos impartía la asignatura de Políticas Públicas en la USC, en la primera sesión de España desveló su objetivo final “Nada máis que catro meses para que entendades que o capitalismo é bo e o socialismo é malo”. Tenía una forma peculiar de dar clase: paseaba constantemente por el aula, buscaba la participación continúa del alumno y sobre todo era –y sigue siendo- un auténtico especialista en boutades que provocaban la perplejidad y la risa floja a partes iguales. Como este no es lugar para recoger algunas de sus ya legendarias dereitadas animo a aquellos que nunca han estado a sus clases a que asistan a su magisterio ya sea en las facultades de Políticas o Periodismo en Santiago, en el Juan de Mariana o también en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. Digo que este no el lugar correcto  porque la fuerza de la ironía se perdería al no tener contexto ni estructura ya que maneja con gran habilidad los silencios y el tempo a la hora de soltar boutades. Siempre me ha parecido un arte muy difícil de dominar, no sin razón gran parte de la efectividad de los chistes de los Monty Python tienen  que ver con la estructura lógica –que no predecible-, los silencios y el ritmo. Una muestra



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Al estar sobre aviso de que era discípulo del Pr. Vilas comprendí que aunque ideológicamente no eran precisamente dos gotas de agua su magisterio era políticamente incorrecto y decidí no perderme ninguna clase. 
Sin embargo, la promesa no se cumplió. La Facultad de Políticas estuvo en huelga más de dos meses para detener la aprobación de la L.O.U. Imbuido por el fervor revolucionario y la filmografía de Ken Loach participé activamente en varios comités universitarios –con un slogan muy leninista “Todo o poder para as asambléias”- que ahora, desde la distancia, me recuerdan al Movimiento del 15M pero sin perroflautismo y con una retórica más nacionalista o sencillamente con retórica. Mis amigos y yo vendríamos a ser, siguiendo la analogía de la Revolución Rusa, los Kerensky de la L.O.U., vaya, los blanditos, no militamos en ningún partido, no éramos nacionalistas –ni españolistas ni galleguistas-, así que nuestro rol era convertirnos na vangarda do estudantado, para algo estudiábamos políticas ¡coño! La L.O.U. fue nuestra internership como ingenieros sociales.

Pues bien, una noche, estábamos en la puerta del Gadis –mesetario lea aquí Supersol- un puñado de la intelectualidad más granada esperando a unos camaradas que ultimaban las compras para el botellón preceptivo. En la lontananza vimos cruzar la calle –Rúa Nova de Abaixo para quien no se haya situado todavía- al protagonista de nuestra historia, quien con velocidad de crucero se dirigía irremediablemente hacia nosotros. Él, decelerando pero sin llegar a detenerse, nos espetó “¡Qué! ¿De compras no Libre Mercado?” Nunca me han vuelto a llamar hipócrita con tanta gracia y mala leche.
Otra mañana, también en la Rúa Nova de Abaixo, que bien podría ser nuestro Sunset Boulevard, nos volvimos a encontrar con él y fuimos a tomarnos unos mencías al Raíces Galegas. Allí, entre cunca e cunca de viño fue tirando abajo nuestro esmalte de ingenieros sociales. De hecho, entre boutade y boutade me recetó “La Sociedad Abierta y sus Enemigos de Popper” y “El Arte de tener Razón de Schopenhauer”. Con el tiempo el libro de Popper se ha convertido en una de mis referencias y como buen pedante lo cito siempre que tengo ocasión  pero el de Schopenhauer fue mucho más efectivo en el corto plazo. El librito era barato y corto pero lo suficiente para diseccionar todos los sofismas típicos en las asambleas y discusiones universitarias, fue un auténtico mazazo leer en menos de 100 páginas como se estructuraban y como se podían desmantelar los argumentos de los terroristas intelectuales entre los que me encontraba. Sin embargo fue una acción más mundana la que nos hizo recapacitar, al terminar la tertulia el Pr. Bastos pagó la cuenta de todos lo cual suscitó dos posiciones encontradas: “El cabrón este nos paga los vinos como los terratenientes en Novecento” o bien “Coño, con los profesores camaradas esto no pasa, es más tenemos que pagarle lo suyo”. Nuestro sueño mayo del ’68 se desvanecía cada vez que nos cruzábamos con el profesor.

¿Dónde está la revolución?

Aprobada la ley, fracasado nuestro intento de hacer realidad las teorías de Gramsci, volvimos a clase desencantados para los exámenes de febrero. Fue entonces cuando le preguntamos al profesor cómo iban a ser las evaluaciones; Lectura Obligatoria: Economía en una Lección de H. Hazlitt y para quien quisiese más nota debía leer libros. La segunda parte, nos sirvió para darnos cuenta que el Pr. Bastos era lo más parecido a una biblioteca andante, al más puro estilo de Fahrenheit 451. Además, intentaba adecuar las lecturas a los intereses del alumno, de ahí que alguien dijese con mucho acierto: “Bastos no recomienda libros, los receta”.
A mí siempre me recetó más libros de filosofía política que de otra cosa. Captó perfectamente desde el inicio mi tendencia por el pedorrismo, las subordinadas complejas y el abuso de esdrújulas. Los medicamentos causaron un efecto muy superior al imaginable y antes de la llegada de la primavera el grupúsculo Kerensky nos habíamos convertido al liberalismo. Para nuestros antiguos compañeros de pancarta ahora éramos unos: esquiroles, vendidos… también hubo descalificaciones más originales como Hayek-Krishna pero una triunfó sobre todos y nos proporcionó una identidad hasta el día de hoy: formábamos parte del B.E.B. o Brutal Efecto Bastos. En el curso siguiente, al oír por el pasillo de la facultad: “Hey, Bastiano” nos girábamos ya de forma automática.

La conferencia: Veinte libros para salir de Matrix por M. A. Bastos

Invito a todo el mundo a ver el video del profesor Bastos para que experimente en sus carnes el B.E.B. y los que saben de lo que hablo... ¿qué te recetaron?


Enlaces a los libros citados

· Mañana, el capitalismo de Henri Lapage

· La Gran Ilusión de Norman Angell que sirvió como base al film de cine clásico de Jean Renoir

· Libertad o Igualdad de Kuehnelt-Leddihn

· El Milagro europeo de E.L. Jones

· Los orígenes del capitalismo de Jean Baechler

· Derecho, Legislación y Libertad de F. A. Hayek

· Nuestro derecho a las drogas de Thomas Szasz

· El capitalismo del Pentágono de Seymour Melman

· Pioneros de Willa Cather

· El Estado de Anthony de Jasay

· Liberalismo de Pascal Salin

· Auge y caída de las grandes potencias de Paul Kennedy

· Neuromante de William Gibson

·  La estrella de los no nacidos de Franz Werfel

· Imágenes de un futuro socialista de Eugene Richter

· Un día perfecto de Ira Levin

· Las retóricas de la intransigencia de Albert O. Hirschman

· Teoría e Historia de L. v. Mises

· Justicia sin Estado de Bruce Benson

· Imperialismo; Clases Sociales de J. A. Schumpeter

· La envidia igualitaria de G. Fernández de la Mora

· Sobre el Poder de Bertrand de Jouvenel

· Coerción, Capital y los Estados europeos de Charles Tilly

· Los errores de la Nueva Ciencia Económica de Henry Hazlitt

· Teoría positiva del capital de Eugene Bömn-Bawerk


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